La semana pasada el Gobierno, mediante ejecutivos de YPFB y ANH, emitió declaraciones contradictorias en sentido de que la gasolina en Bolivia aumentaría la cantidad de alcohol hasta un 25%. Un DS de 2023 establecía el tope en 12%. La decisión fue luego revisada.
Una maquinaria trabaja en un sembradío. Foto: CAO
Brújula Digital |20|03|24|
La Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO) emitió un comunicado en el que respalda el aumento gradual de hasta un 25% de alcohol en la gasolina y diésel que se distribuyen en Bolivia, una propuesta del Gobierno que ha causado polémica en el país.
“Preocupados por la dependencia de las importaciones de diésel y gasolina debido a la disminución paulatina de la producción de estos productos (manifiesta) que se debe avanzar en el reemplazo gradual de importaciones de gasolina tomando como referencia el avance realizado en países vecinos, que en algunos casos llega hasta el 25% de mezcla de etanol”, dice el comunicado.
El texto agrega que la CAO “viene años trabajando” en propuestas para reemplazar gradualmente los combustibles fósiles por “productos más amigables con el medio ambiente”.
Explica que el “biocombustible es un producto con grandes potencialidades de producción en Bolivia, amigable con el medio ambiente y, además del ahorro de divisas, genera gran cantidad de empleos y un efecto multiplicador positivo para la economía nacional”.
La semana pasada el Gobierno, mediante ejecutivos de YPFB y ANH, emitió declaraciones contradictorias en sentido de que la gasolina en Bolivia aumentaría la cantidad de alcohol hasta un 25%. Un DS de 2023 establecía el tope en 12%.
Tras las críticas de especialistas, de propietarios de vehículos y de mecánicos que señalaron que los motores de los autos se verían afectados por esa cantidad de alcohol en la gasolina, YPFB emitió una aclaración en sentido que el aumento del porcentaje de etanol no se producirá de manera inmediata y que se realizará dependiendo de futuros estudios.
La falta de divisas en el país ha dificultado la importación de gasolina, cuyos montos explican una buena parte del déficit fiscal que sufre el país desde hace una década. Por ello se registran cada cierto tiempo largas colas frente a gasolineras de todo el país, ello debido a que el Gobierno mantiene abultadas deudas con los importadores de líquidos.
El etanol es producido en base caña u otros cultivos, sobre todo del oriente. Existe un debate de si el proceso de producción de alcohol y de mezclarlo con gasolina realmente implica rebajas en el precio. Además, defensores del medioambiente señalan que los planes del gobierno de aumentar la producción de alcohol implica aumentar la frontera agrícola, con los aspectos negativos que ello entraña.
Sin embargo, autoridades de Gobierno han defendido la medida como una manera de reducir los montos que se destinan a la importación de gasolina y diésel y que podrían, este año, superar los 2.000 millones de dólares.
La CAO coincide, mediante su comunicado, con el Gobierno. Su comunicado agrega que “la mezcla de etanol con gasolina no es una práctica nueva en el mundo, tienen años de estudios y es usado en varios países. Esta alternativa es una salida segura y sostenible, más aún en una situación donde la escase de divisas en Bolivia genera dificultades para realizar importaciones de carburantes y otros productos”.
Finaliza su texto señalando: “La autogestión gradual de la matriz energética debe construirse entre todos, para generar una política de estado coherente, real, sostenida para garantizar seguridad jurídica plena y atraer las inversiones que nuestra Bolivia necesita”.
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