Decomiso de contrabando/APG
Brújula Digital|18|03|24|
Según expertos internacionales, el crimen organizado está en aumento y se ve impulsado por actividades ilícitas como el contrabando, que en Bolivia sin embargo es percibido como algo favorable, según las conclusiones de un reciente seminario.
En el evento, denominado “Revelaciones sobre crimen organizado y comercio ilícito”, dos expertos internacionales compartieron sus preocupaciones sobre el crecimiento del contrabando en Bolivia y el subcontinente sudamericano.
La Iniciativa Global contra el Crimen Organizado Transnacional señala que este fenómeno está en aumento en 22 de los 35 países del hemisferio y Bolivia experimenta uno de los crecimientos más acelerados después de Guyana.
Este aumento se atribuye, en parte, a la conexión del contrabando con otros delitos transfronterizos como el narcotráfico, el lavado de activos y la trata de personas, informó una nota de los organizadores del evento.
Durante el evento, expertos de Bolivia, Chile y Perú discutieron estas preocupaciones. Carlos Gajardo, especialista en crimen organizado y exfiscal de Chile, explicó que Bolivia no solo es un país de tránsito, sino que también sufre las consecuencias de la delincuencia asociada al contrabando y las bandas transnacionales involucradas en este tipo de actividades.
Rubén Vargas, exministro del Interior de Perú, destacó que el comercio ilícito comparte territorios, logística y rutas con otras actividades ilegales como el tráfico de drogas, oro ilegal y armas.
Según Vargas, el contrabando forma parte de un sistema complejo de mercados y economías ilegales que operan en los mismos territorios y circuitos logísticos, respaldados por redes de actores criminales y caracterizados por el uso de violencia.
En el evento se presentó una encuesta realizada por la Cámara Nacional de Industrias, que señala que en Bolivia existe una percepción favorable sobre el contrabando en comparación con otros países, agrega la nota de prensa.
En lugar de ser visto como un delito, en Bolivia se considera como una actividad inherente a la economía, con un 48% de los encuestados que lo consideran “importante para la economía nacional”.
El presidente de la Cámara Nacional de Industrias, Pablo Camacho, comentó que la antigua convivencia con el contrabando, la percepción de ser una fuente de ingresos y su impacto en el ahorro familiar contribuyen a que el contrabando sea visto como una actividad legítima y socialmente aceptada por la mayoría de la población.
Sin embargo, advirtió sobre el cambio en la dinámica del contrabando, que ahora forma parte de organizaciones delictivas más violentas, instando a la sociedad boliviana a combatir tanto el contrabando como el crimen organizado.
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