El gobierno invertirá 3.348,9 millones de bolivianos en la creación del Laboratorio Farmacéutico de Bolivia.
El diseño del laboratorio de Industria Farmacéutica Boliviana que creará el Gobierno Foto/ABi
Brújula Digital |17|10|23|
Los especialistas Gonzalo Chávez y Enrique Velazco temen que la creación del Laboratorio Industria Farmacéutica Boliviana (LIFAB), que anunció el Gobierno, se convierta en un elefante blanco para el país.
La pasada semana, el presidente Luis Arce aprobó el Decreto Supremo 5040 para la creación del LIFAB, proyecto al cual se le destinará un monto de hasta 3.348 millones de bolivianos (478,3 millones de dólares).
“Aprobamos el DS 5040 para crear la LIFAB que permitirá producir medicamentos de base química, natural y tradicional, considerando los conocimientos y saberes ancestrales de nuestros pueblos”, señalaba Arce en sus redes sociales.
Sin embargo, el anunció recibió fuertes críticas por parte de la sociedad y por dos especialistas económicos.
Enrique Velazco, especialista en Desarrollo Productivo, dijo que crear tal laboratorio sería como tener una “(loca) aventura”, puesto que el Servicio de Desarrollo de Empresas Públicas Productivas (SEDEM), del cual dependerá el LIFAB, no tiene una mención sobre tal proyecto.
“La industria farmacéutica es de alta tecnología. Por la precisión de la cifra aprobada en el DS 5040 para la ejecución del proyecto, se infiere que el Gobierno tiene los estudios finales de factibilidad y de inversión. Busqué detalles sobre los procesos y productos esperados de semejante inversión en la página web de SEDEM, pero para gran sorpresa mía, no hay la menor mención específica al proyecto entre la decena de notas y anuncios sobre las actividades del SEDEM”, se lee en el artículo de opinión de Velazco del 15 de este mes.
Añade que el Plan Estratégico Institucional (PEI) del SEDEM para el 2021-25, contempla crear seis nuevas industrias vidrio plano, hoja de coca, química básica, madera aglomerada, bio-insumos, e insumos farmacéuticos y medicamentos nacionales.
De todas ellas, hay una inversión de 1.800 millones de bolivianos que estarían destinadas a los insumos farmacéuticos.
“Pero el DS 5040 asigna a LIFAB el doble del monto presupuestado, por lo que este proyecto se llevaría el 70% del presupuesto quinquenal de inversiones de SEDEM. Normalmente, entre los resultados de un buen estudio de pre-factibilidad y el de diseño final, no hay una gran diferencia (+/- 15%), pero, un 100% como es el caso de LIFAB, implicaría que el proyecto aprobado es muy diferente al incluido en el PEI”, señala Velazco en su escrito.
Por su lado, el economista Gonzalo Chávez señaló que la creación del LIFAB es “otro elefante en camino”, debido a que la mayoría de las empresas estatales pierden dinero y que el gobierno central no muestra los datos reales de rentabilidad de las mismas.
“Veamos algunos ejemplos: La empresa pública más grande de Bolivia, YPFB, bajó su producción de gas de 60 millones de metros cúbicos por día (MMCD) a tan solo 37 MMCD. La empresa pública de Urea no tiene el insumo gas para producir y se cierra para mantenimiento cada cierto tiempo. En el sector eléctrico ENDE sobre invirtió y ahora Bolivia tiene una sobre oferta de Electricidad sin Mercado de más de 1.500 MW”, escribió Chávez en sus redes sociales.
Agregó que, además de dichas industrias, las empresas pequeñas como Quipus y otras han sido un rotundo fracaso.
“El gobierno vive una hambruna fiscal, raspa la olla y ahora anuncia la inversión de 481 millones de dólares para una empresa de producción de medicinas. El delirio ideológico del gobierno no tiene límites está listo para construir otro elefante azul”, señaló el economista.
BD/MC
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