El sector industrial afirma que el momento que vive Bolivia necesita del compromiso de todos los sectores para construir y no destruir la economía.
Presidente de la CNI, Pablo Camacho (centro) junto a directivos del sector industrial. Foto: CNI
Brújula Digital |20|04|23|
La Cámara Nacional de Industrias (CNI) pide cordura y racionalidad al Gobierno; ratifica su firme y contundente posición respecto al incremento salarial, de congelar el haber básico y el Salario Mínimo Nacional (SMN) en 2023, considerando que la delicada coyuntura económica del país exige medidas de recuperación e incremento de la producción antes que de aumento de salarios.
El sector industrial afirma que el momento que vive Bolivia necesita del compromiso de todos los sectores para construir y no destruir la economía.
“El sector industrial atraviesa serias dificultades para importar materias primas e insumos intermedios y producir bienes manufacturados finales por la escasez de divisas en el mercado nacional”, señala el pronunciamiento de la CNI.
En este sentido, los industriales advierten problemas en el mercado de divisas con impacto adverso en la producción industrial nacional por lo que un incremento salarial solo profundizaría el escenario económico actual y restaría competitividad a lo Hecho en Bolivia.
La CNI fundamenta su posición sobre la base de 10 argumentos técnicos: 1) Baja productividad de la mano de obra boliviana respecto de los países de la región; 2) En los últimos 17 años los incrementos estuvieron por encima de la tasa de inflación; 3) Bolivia tiene el cuarto Salario Mínimo Nacional más alto de Sudamérica; 4). El incremento salarial aumentará el déficit fiscal.
También menciona como quinto punto, los incrementos salariales que tienen efecto en cascada sobre bonos, horas extras, dominical y otros gastos laborales; 6) El incremento salarial impulsa al contrabando y la informalidad; 7) En los últimos 17 años el SMN se quintuplicó; 8) Existen deudas del Estado con la industria boliviana que deben ser canceladas.
Como noveno apunte, la CNI apunta que la desaceleración económica generó un crecimiento desigual en los departamentos del país y los rubros industriales mermando su capacidad de atender cualquier incremento; y 10) Al no aplicarse en empresas públicas y sí en las privadas, el incremento salarial provoca una desigualdad jurídica.
En ese marco, el sector industrial considera que el incremento salarial amenaza la viabilidad de las empresas y la sostenibilidad las fuentes de trabajo y va en contra de la política de sustitución de importaciones.
“Demandamos cordura y racionalidad para evitar una mayor desindustrialización en el país y aplicar medidas que solo alientan el contrabando y la informalidad”, insta el sector productivo al Gobierno.
BD
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