El Gobierno justifica que la disposición de los Derechos Especiales de Giro (DEG) forma parte de un activo más de las Reservas Internacionales Netas (RIN) y son de libre disponibilidad.
Foto: @LuchoXBolivia
Brújula Digital |17|03|2023|
El presidente Luis Arce fue reacio a las recomendaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) desde que era ministro de Economía de Evo Morales hasta el ejercicio de la presidencia del Estado, pero recientemente dispuso de los Derechos Especiales de Giro (DEG), un instrumento creado por ese organismo financiero cuyas “recetas económicas sólo han servido para alargar periodos de crisis", según dijo en 2014.
Desde 2021, el FMI no cesó de emitir recomendaciones a la administración del otrora gestor de llamado “modelo económico productivo comunitario” que le encumbró a Morales.
En junio de 2021 destacó el desempeño económico de Bolivia en medio de la pandemia y recomendó la aplicación de una “flexibilidad cambiaria a mediano plazo” y eliminar gradualmente los controles de precios en un análisis de la economía del país en medio de la pandemia por la covid.
Según ese informe, durante 2020 la economía boliviana se contrajo un 8,8% y redujo sus importaciones lo que alivió el creciente déficit fiscal, al tiempo que la caída de precios de los alimentos desaceleró la inflación anual que se ubicó en 0,67%, la más baja en una década según el Instituto Nacional de Estadística.
El FMI también estimó en ese entonces un crecimiento económico de 5% gracias a un aumento de los precios de las materias primas; sin embargo, recomendó una devaluación de la moneda a mediano plazo para evitar “shocks exógenos” futuros y pérdida de reservas, así como “eliminar gradualmente las restricciones a los precios y a las exportaciones y reducir los subsidios a empresas estatales”.
Las respuestas desde el gobierno de Arce no se dejaron esperar y los consejos fueron desechados, además de descalificar al organismo internacional.
“No aceptaremos imposiciones del FMI”
En septiembre de 2022, el FMI nuevamente emitió recomendaciones para asumir medidas que ayuden a reducir el déficit fiscal que en 2021 llegó a un 9,3% del Producto Interno Bruto.
Entre estas medidas, sugeridas por el organismo internacional, están la restricción del incremento de funcionarios públicos, eliminar el doble aguinaldo de los servidores públicos, limitar la inversión en el sector público, reducir los subsidios, ampliar la base de los contribuyentes tributarios formalizando los comercios y actividades informales, fortalecer los controles aduaneros para disminuir el ingreso de productos de contrabando, aumentar los impuestos sobre la renta en hogares de mayores ingresos, aumentar iniciativas contra el lavado de dinero, entre otras.
La respuesta del Presidente desde Nueva York, durante el 77 Periodo de Sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, fue: "No aceptaremos imposiciones del FMI".
Desde su cuenta de Twitter también lanzó un mensaje directo al FMI: “Nuestro modelo económico social comunitario productivo es soberano y sigue demostrando su éxito en la reducción de las desigualdades sociales y económicas en Bolivia, por ello no aceptamos los planteamientos del FMI, que irían en desmedro del pueblo, sobre todo la clase obrera”.
También hubo momentos en que usó algunos datos del organismo para promocionar su política económica, por ejemplo hace un año mediante su cuenta de Facebook señaló que el Fondo Monetario Internacional (FMI), situó a Bolivia en uno de los “primeros lugares de expansión para este año, con 5%”.
Sin embargo, ese contenido fue calificado como engañoso por la verficadora Bolivia Verifica, ya que al revisar el Informe publicado por el FMI, el país ocupa el sexto lugar de diez países de Sudamérica. No está entre los primeros como apuntó el mandatario.
“Ahora es el #FMI que, a pesar de usar viejas recetas neoliberales para proyectar el crecimiento de las economías, sitúa a #Bolivia en uno de los primeros lugares de expansión para este año, con 5%. Ya lo dijimos, no es casualidad, es resultado de un manejo económico responsable”, publicó entonces Arce en su muro.
Bolivia devuelve un crédito al FMI
En febrero de 2021, el gobierno de Arce devolvió al FMI un crédito de $us 327,2 millones contraído en 2020 por el gobierno de Jeanine Añez para la lucha contra covid porque supuestamente el organismo internacional impuso al Estado varias obligaciones.
"El BCB como agente financiero del gobierno, en defensa de la soberanía económica del país y luego de realizar las gestiones administrativas necesarias ante el acreedor, efectuó el pago total de 351,5 millones de dólares estadounidenses", informó entonces del Banco Central de Bolivia (BCB).
Bolivia erogó Bs 351,5 millones de dólares por los 327,2 millones de dólares acordados en abril de 2020, 24,3 millones de dólares más por concepto de variación cambiaria, intereses y comisiones.
El BCB explicó que "realizó la devolución" por varias razones, como que el mismo era "oneroso" y fue "gestionado irregularmente por el gobierno de facto" de Áñez, quien asumió la presidencia después de la renuncia y posterior huida del entonces presidente Evo Morales en noviembre de 2019.
Este crédito le generó un juicio a la exmandataria y a sus funcionarios que tramitaron dicho crédito porque habría llevado al país a “a una serie de imposiciones fiscales, financieras, cambiarias y monetarias”.
La medida fue criticada por economistas porque se pagó más recursos por un crédito que no se utilizó para el fin que fue tramitado.
Cuando era candidato del MAS a la presidencia en junio de 2020, Arce criticó la suscripción de ese crédito porque tendría condicionantes que apuntan principalmente a la modificación del tipo de cambio de la moneda boliviana y a la subida de impuestos para los bolivianos.
“El reporte del Staff, que ha sido aprobado por el directorio del FMI, al momento de aprobar el crédito para Bolivia, claramente establece la condicionalidad que tiene que tener Bolivia sobre esos temas, dos temas les preocupa al FMI, uno el tema del desequilibrio de la balanza de pagos, que en facilito significa que los países tiene que devaluar para ajustar sus importaciones a sus exportaciones, no dicen devaluación, nunca lo han dicho, ellos hablan de flexibilización del tipo de cambio”, sostuvoen una conferencia de prensa.
Aseguró que otra de las condicionantes que tiene el crédito del FMI para Bolivia es el referido a la reducción del déficit fiscal. “Y eso quieren ocultar, ahoraes evidente que el propio FMI ha acordado que durante la pandemia no se modifique, pero una vez concluido eso, tendrán que flexibilizar el tipo de cambio. El otro elemento que nos preocupa y que plantea el FMI es la reducción de déficit fiscal. Expandan su gasto el 2020 (…) pero el 2021 empiezan a recoger ese dinero, empiezan contraer la economía, y eso significa ya no inversión pública, cierre de empresas y finalmente aumento de impuestos al pueblo, esa es la manera tradicional que tiene el FMI tiene de ajustar la economía de un país, que nosotros nos hemos opuesto durante 14 años”, sostuvo.
Un elogio desde el FMI
En octubre de 2020, después de que Arce ganó las elecciones, el organismo internacional elogió al hombre de las finanzas de Evo Morales como el “artífice” de un período económico próspero en su país y dijo que espera trabajar con él de manera estrecha cuando asuma la presidencia de Bolivia.
“Fue el ministro que condujo a la economía boliviana por un período de gran crecimiento, de gran fortaleza de las finanzas públicas, de gran creación”, expresó entonces Alejandro Werner, director del departamento del Hemisferio Occidental del FMI.
“Fue el arquitecto, el artífice… y el creador de márgenes de reserva para esa economía que le facilitaron el convivir con períodos no tan buenos”, afirmó el directivo y destacó las medidas de Arce que permitieron a Bolivia evitar colapsos en momentos en que cayeron los precios del petróleo y el gas.
Con guiño y todo, Arce mantuvo una distancia prudente del FMI desde que era el hombre de la economía. En una entrevista de abril de 2014, afirmó que una cosa es tener "buenas relaciones" con el Fondo Monetario Internacionaly otra "seguir sus recetas económicas, que solo han servido para alargar periodos de crisis".
"Las recetas del Fondo han alargado la crisis en Europa, en lugar de sacarla de la crisis. Los países europeos están sufriendo lo que pasó América Latina en la década de 1990", indicó Arce en una entrevista con la agencia EFE en la sede del organismo internacional cuando participó en su reunión de primavera del FMI y el Banco Mundial (BM).
Entonces señaló que con el Fondo han guardado siempre una buena relación, pero "no quiere decir eso que vayamos a seguir sus recetas económicas, eso es muy diferente"."Los datos son contundentes para el caso boliviano: una economía en crecimiento, con una inflación controlada, ocho años de superávit fiscal y cuenta corriente", destacó.
Aunque el FMI respaldó las proyecciones de crecimiento de la economía boliviana, el entonces ministro mantuvo cautela ya que "siempre el Fondo se ha equivocado en los números en Bolivia, este 5,1% estoy seguro que será 5,8% o más".
¿Punto de giro?
La posición de Arce tuvo un giro inesperado este año después de que la calificadora de Riesgo Internacional Fitch Ratings reveló que el gobierno de Arce dispuso de los Derechos Especiales de Giro (DEG) en el FMI para dar mayor liquidez de dólares al mercado nacional.
El dato llamó la atención de economistas y políticos pues el Gobierno que mantuvo una línea crítica con el organismo internacional terminó negociando con éste en un momento en que las reservas internacionales el BCB están agotadas.
El Gobierno utilizó $us 300 millones de sus DEG para inyectar dólares al mercado interno.
El ministerio de Economía justificó esta operación y explicó que la disposición de los DEG que efectuó el Banco Central de Bolivia forma parte de un activo más de las Reservas Internacionales Netas (RIN), por lo tanto, son de libre disponibilidad del Ente Emisor, su uso no constituye un crédito y no está sujeto a ningún tipo de condicionamiento.
El Derecho Especial de Giro (DEG) fue creado en 1969 por el Fondo Monetario Internacional (FMI) para complementar las reservas oficiales de sus países miembros, señala en una nota de prensa.
El ministro de Economía y Finanzas Públicas, Marcelo Montenegro, afirmó que el Banco Central aplica todas las medidas, en el marco de su competencia, para administrar las Reservas Internacionales Netas y contar con divisas para atender los requerimientos del mercado nacional.
“La Constitución Política del Estado, en su artículo 328, y la Ley1670 otorgan al BCB la facultad de administrar las RIN, no existiendo un óbice para que el BCB utilice los Derechos Especiales de Giro”, detalló Montenegro.
Después rechazó la comparación con el crédito gestionado durante el gobierno de Añez. Según dijo, en ese entonces se accedió a la línea Instrumento de Financiamiento Rápido (IFR) que generaba un pasivo para el Tesoro General de la Nación (TGN) el cual, a su vez, obligaba a constituir una garantía a través de un pagaré, por lo que requería la autorización de la Asamblea Legislativa, la cual no obtuvo, mientras que el uso de las DEG durante el gobierno de Luis Arce son de libre disponibilidad y no generan obligaciones para el Estado.
BD/JCV
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