Economía | 16/12/2022 12:05
Encuesta halla alto grado de informalidad económica y bajo universo de contribuyentes
Con base en una encuesta del Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (CERES), la Fundación Milenio destaca que dos de cada 10 personas tienen NIT y que sólo la mitad de encuestados pide factura en su compra
Foto: ABI
Brújula Digital |16|12|12|
Una encuesta del Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (CERES) estableció que en el país hay dos fenómenos, un alto grado de informalidad económica y un reducido universo de contribuyentes, según se destaca en el boletín 491 de la Fundación Milenio.
El citado boletín toma como fuente a una reciente encuesta de CERES, la misma que fue realizada en cuatro ciudades del eje troncal del país (La Paz, El Alto, Santa Cruz y Cochabamba).
En ese estudio, añade el boletín, se revela que apenas dos de cada 10 personas indican que tienen Número de Identificación Tributaria (NIT). En el universo de la investigación, son los encuestados con mayor nivel socioeconómico los que más poseen NIT, y también quienes tienen entre 41 y 55 años. Por el contrario, el grupo que menos posee NIT está compuesto mayormente por mujeres y por gente de edad menor.
Otro dato relevante de la encuesta es que sólo la mitad de los encuestados pide factura en sus compras, siendo las personas que carecen de NIT las que menos solicitan facturas. No obstante, hay personas que sí tienen NIT, pero que no piden factura, pese al incentivo que se da con el régimen de reintegro en efectivo del IVA, vigente desde el 2021.
Entre enero y julio de este año, el Gobierno informó que devolvió 32,7 millones de bolivianos a los beneficiarios del Régimen de Reintegro en Efectivo del Impuesto al Valor Agregado (Re-IVA). En agosto precisó que el número de registrados en el Re-IVA llegó a 74.773 contribuyentes.
El boletín de la Fundación Milenio agrega que la población económicamente activa (PEA) en el área urbana se estima en 4,2 millones de personas, y en el área rural en 2 millones, con un total de 6,2 millones. De este universo de personas, según los datos de las encuestas de hogares del INE (2020, el 73% tiene un empleo informal; uno de los porcentajes más altos en el contexto latinoamericano.
En ese sentido, la Fundación Milenio sostiene que no hay duda de que la informalidad incide en la universalidad del sistema tributario, ya que limita la expansión de empleos formales y mejor pagados.
La Fundación Milenio señala, además, que entre los agentes económicos hay una gran cantidad de adscritos a los denominados regímenes especiales (Régimen Tributario Simplificad; Régimen Agropecuario Unificado; Sistema Tributario Integrado), que llegan a 120 mil personas, las mismas que no tiene obligación de contar con NIT y conforman la economía informal.
Otro aspecto que destaca la Fundación Milenio son los factores que desalientan a las personas las obligaciones tributarias, los mismos que son investigados por la encuesta del CERES: la baja confianza en el gobierno, la falta de educación, el temor al Servicio de Impuestos Nacionales (SIN) y los trámites en el pago de impuestos.
En ese sentido, la Fundación Milenio señala que la percepción de que los impuestos son muy altos es el principal factor de desincentivo para no pagar impuestos.
“La paradoja de la situación actual es que las tasas impositivas altas, junto con lo moroso y costoso que es pagar impuestos, incentivan la informalidad, el contrabando y la defraudación -grandes capitales y negocios se camuflan en los regímenes especiales para pequeños vendedores y productores, a fin de no pagar impuestos”, advierte la Fundación Milenio.
Ante esa situación, especialistas de la Fundación Milenio sugirió construir un sistema tributario simple, moderno, equitativo y con una base más ancha de contribuyentes; el mismo que esté apunte a tener un plan que incentive la formalización, la inversión y el desarrollo productivo.
Entre esas propuestas de sistema se encuentra la reducción de los actuales nueve impuestos generales a sólo cuatro impuestos: Impuesto al Valor Agregado (IVA), Impuesto a la Utilidad de las Empresas (IUE), Impuesto al Consumo Específico (ICE) e Impuesto a la Renta de las Personas Naturales (IRPN) y la simplificación de los trámites.
También propone sustituir los regímenes especiales y otros impuestos ineficientes por el Impuesto a la renta de las personas, que gravaría los ingresos del trabajo, el capital y el patrimonio; excepto para quienes cuyos ingresos no superen los tres salarios mínimos nacionales al mes.
Otras sugerencias son el implementar los incentivos tributarios a la inversión y el emprendimiento y la reingeniería institucional de la administración tributaria.
BD/JJC