El experto advirtió que Bolivia está muy lejos de las baterías de litio, pues no se requeriría importar varios elementos, contar con la tecnología apropiada y los recursos humanos calificados y especializados.
Juan Carlos Zuleta, investigador especializado en litio. Foto: Brújula Digital
Brújula
Digital |30|08|22|
Durante una presentación al presidente Luis Arce, el Comité Cívico Potosinista (Comcipo) expuso el alcance del Proyecto de Ley de Recursos Evaporíticos, que plantea un cambio en la política sobre el litio y regalías departamentales que oscilen entre 11 y 20% de las exportaciones en función de dos variables: rentabilidad y precio en el mercado internacional.
La información fue proporcionada a Brújula Digital por el asesor para temas del Litio de Comcipo e investigador, Juan Carlos Zuleta, principal proyectista de la norma, quien señaló que se contó con el apoyo de varios expositores que participaron en un simposio hace dos semanas en Potosí, con la participación de analistas invitados del Grupo de Ginebra, bolivianos exbecarios de la Fundación Patiño.
“Básicamente los dos puntos centrales son el cambio de política nacional; estamos permitiendo la participación de empresas extranjeras en las dos primeras fases, lo estamos haciendo de la manera más directa y abierta, siempre manteniendo la mayor participación mayoritaria del Estado, en el marco de la Constitución Política del Estado (CPE), no estamos cambiando nada trascendental ahí, y el segundo, se están poniendo las regalías en su lugar”, señaló a este medio.
Zuleta explicó que las regalías tendrán que estar definidas sobre dos variables: la rentabilidad del negocio del litio, ya que no puede darse regalías que pongan en cuestión la rentabilidad del negocio, y en segundo punto, basado en las cotizaciones internacionales.
“Tenemos un piso de 11% y un techo del 20% y unas alícuotas intermedias (…). Lo nuevo de este planteamiento es que nos basemos en la rentabilidad del negocio que no lo hicieron ni los chilenos, ni los bolivianos con la Ley 535 de minería y metalurgia”, señaló el también autor del reciente libro: El litio en Bolivia Una evaluación preliminar.
Sin embargo dijo que eso no es casual “porque tanto en Bolivia como en Chile, las operaciones mineras están en manos de empresas privadas, en cambio en Bolivia el negocio del litio está en manos estatales”.
El experto en litio dijo que se aplicaría el piso del 11% para regalías, cuando las cotizaciones en el mercado internacional sean de 10.000 dólares la tonelada (Tn), y si el precio sube por encima de los $us 10.000 las alícuotas subirán hasta llegar a 20%.
“En lugar del 3%, es un cambio trascendental. ¿Y de dónde sale la rentabilidad?, del precio porque el precio del litio actualmente está más de 70.000 dólares la Tn, frente a 5.000 ó 4.000 dólares que estaba cuando empezó el proyecto”, señaló.
En análisis de Zuleta, a pesar de la CPE un restrictiva, hay elementos de flexibilidad –que hay que buscarlos con lupa-, y en esa lógica observó que en ninguna parte se señala que todas las operaciones de asociación internacional tengan que tener una participación 100% estatal, sino una mayoría accionaria estatal.
“Ellos dijeron que las dos primeras fases del proceso de explotación, desarrollo e industrialización deben ser 100% estatales, eso era un absurdo, un extremo innecesario, se acordó en octubre de 2010 con mucha publicidad de por medio, tratando de mostrar que están defendiendo los intereses del país, con mucha demagogia y retórica y les fue muy mal, se dieron un tiro al pie”, afirmó.
Zuleta dijo que Bolivia no tenía ni la experiencia, ni profesionales especializados capaces de enfrentar el proyecto de la industrialización del litio, no se contaba con la tecnología y de paso, se enfrentaron con una ley que les prohibía asociarse, pero al menos, podían contratar a expertos internacionales.
“No es casual que a más de 14 años de iniciado el proyecto tengamos resultados tan pobres como los que tenemos; es decir, una situación en la cual tenemos una producción del carbonato de litio de alrededor de 600 toneladas máximo al año, frente a 532.000 Tn que se han producido el año pasado en el mundo entero. No figuramos en ninguna estadística”, señaló.
Al momento de evaluar el momento actual del estado de situación del proyecto de litio en el país dijo que tiene la impresión de que las autoridades a cargo del proyecto no tienen completa claridad respecto a dónde podrían dirigirse.
“Se están tomando apreciaciones en mi opinión fuera de lugar, como las referidas a las tecnologías de extracción directa de litio (EDL) como si fueran consideradas como una panacea, una varita mágica que de pronto va a resolver los problemas identificados, muy a pesar suyo porque no hay que olvidar que los errores cometidos involucran al mismo partido de Gobierno”, apuntó.
“Estamos muy lejos de las baterías de litio”
El investigador Juan Carlos Zuleta prefiere decir las cosas por su nombre y advertir sobre el escaso avance que hubo en Bolivia respecto a la industrialización del litio. “Estamos muy lejos de las baterías, porque para industrializar baterías se necesitarían muchas cosas: los recursos que se utilizan en la fabricación, las baterías de litio necesitan muchos elementos que habría que importarlos, que son materiales críticos que están subiendo de precio”, indicó.
También mencionó que se necesitarían recursos financieros que no se cuentan, además de recursos humanos calificados que tampoco se tiene. “A pesar de 14 años no contamos con personal especializados -hay excepciones, hay personas muy capaces que se vincularon a mí y ahora están en la lista negra”, dijo.
Pero también mencionó otras variables secundarias que empiezan por el mercado, ya que consideró que lo más importante es contar primero, con un mercado potencial interno, para comercializar los productos terminados.
“Muchos dirán vamos a exportar al mercado internacional, pero los procesos exitosos se han dado porque existe un mercado interno interesante, que es el colchón de seguridad, lo cual no hay en Bolivia”, sostuvo.
Precisó que Bolivia no fue capaz de desarrollar ningún tipo de tecnología en torno al litio, por lo que avizoró también fracasos a México, donde “el decreto de creación de la empresa de litio estatal de México es una copia de Bolivia, que es un desastre, es el mismo enfoque, sus asesores son unos bolivianos. Yacimientos de Litio Bolivianos está asesorando a México”.
El 15 de junio, YLB informó que seis compañías siguen en carrera por el litio en el país: son CBC (CATL BRUNP & CMOC), CITIC GUOAN/CRIG, TBEA Group, Fusion Enertech, todas estas de China, Lilac Solutions de Estados Unidos y Uranium One Group de Rusia.
Las seis empresas extranjeras que están en carrera para adjudicarse la producción del litio boliviano lograron nota alta, según informó el presidente de Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB), Carlos Ramos. "La mayoría consiguió una recuperación superior al 80% y en algunos casos hasta el 90%", indicó en una conferencia de prensa brindada hoy para dar los avances del proceso.
Un día antes, se conoció que la empresa estadounidense EnergyX, fue descalificada del proceso de evaluación por presentar 10 minutos más tarde su informe final. La compañía dijo que fue la única empresa que implementó y puso en marcha con éxito su tecnología en el Salar de Uyuni con una planta piloto activa y un nivel de recuperación de más del 90%.
BD JMC
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