The Strongest jugó un mal partido, colectiva e individualmente estuvo lejos del nivel de otros encuentros. Se mantuvo vivo hasta el final gracias a que su rival erró varias opciones de gol.
Brújula Digital, Premium|21|9|25|
Un The Strongest lleno de deficiencias perdió en Montero ante Guabirá y, aunque el resultado fue apretado (2-1), le pudo ir peor, como que se salvó de ser goleado, este domingo por la jornada 21 de la Liga de la División Profesional.
El Tigre fue débil en defensa, en el medio sector también fue superado y no tuvo ataque salvo esporádicamente. Su rendimiento, colectivo e individual, estuvo muy por debajo con relación a partidos anteriores.
Guabirá erró varios goles, por eso dejó vivo al Tigre hasta el final, como que hubo alguna jugada en la que merodeó el empate, lo que hubiera sido mucho premio para el atigrado.
The Strongest (43 puntos) no solo perdió la punta desde el anterior encuentro en el que también fue derrotado, sino que ahora corre el riesgo de que el líder Always Ready (46) le saque una mayor diferencia.
Los errores defensivos
The Strongest empezó el partido con un ataque a fondo que no fue gol porque justo salvó un zaguero de Guabirá, después de un remate de Juan Godoy y una jugada previa de Jhon García.
Ese buen inicio resultó, sin embargo, solo un espejismo atigrado, porque después se le vino la noche al conjunto de La Paz.
La extraña línea de cuatro conformada con puros zagueros centrales (Martín Chiartti, Adrián Jusino, Pablo Pedraza y Yamil Portuncho), que presentó el técnico Joaquín Monasterio, comenzó a sufrir en cada ataque azucarero, en especial cuando Rafinha habilitaba a Gustavo Peredo.
Peredo fue autor del primer gol a los 18 minutos. Asistido por Rafinha, dio media vuelta y ante la flojísima marca de Pedraza, su remate mandó la pelota adentro.
The Strongest reaccionó con un ataque de Joel Amoroso a los 22’, increíblemente desperdiciado por Godoy, quien cabeceó desviado en la puerta del arco y dejó escapar la igualdad.
Lo pagó caro el Tigre, que primero se salvó cuando Peredo definió mandando la pelota al palo, pero, después, Dener Da Silva “vacunó” con un gol muy parecido al primero y otra vez por una deficiente resistencia de Pedraza en la cobertura (38’).
El primer tiempo iba camino a la goleada; sin embargo, un tercer tanto fue anulado por posición adelantada, mientras que, sobre el final, Da Silva no pudo embocar ante el golero Rodrigo Banegas.
Tenue reacción
Con dos goles en contra se entendía que The Strongest debía hacerse protagonista en ataque en la segunda mitad, en procura de ir por lo menos por el empate, pero fue un equipo generalmente anodino, no solo carente de ideas sino también impreciso en sus ejecuciones.
Guabirá se esmeró menos, aunque igual estuvo más cerca de ampliar la cuenta.
El zaguero atigrado Martín Chiatti salvó lo que pudo ser un gol azucarero; y más adelante, Da Silva definió desviado de buena posición.
The Strongest trató de ganar potencia con el ingreso del experimentado Andrés Chávez en vez de Godoy, pero el remedio resultó peor que la enfermedad.
Como ese, otros cambios que hizo Monasterio no dieron resultado, salvo cuando entró Tobías Moriceu.
El gol del descuento llegó en una jugada esporádica, un esfuerzo de Amoroso por no perder la pelota, como que pudo mandar un centro casi desde la línea, que justamente Moriceu sacó provecho con un cabezazo anticipándose al arquero a los 70’.
The Strongest renació y estuvo cerca de empatar a los 82’ mediante un cabezazo de Chiatti que atajó el golero local Jhon Jairo Cuéllar.
Pero el Tigre no tuvo más que eso; por el contrario, se salvó de nuevo un par de veces, en especial cuando Banegas volvió a atacar en un mano a mano con Da Silva.
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