Bolívar y The Strongest se reencontraron en el Hernando Siles de La Paz. Fue su primer enfrentamiento en lo que va del año. El público acompañó masivamente a sus equipos.
Brújula Digital, Premium|22|6|25|
Después de tiempo el estadio Hernando Siles recibió un marco importante de espectadores. Unas 30 mil personas se dieron cita en las graderías de Miraflores para alentar a Bolívar y The Strongest en el clásico 233 en la historia, desde la fundación de la Liga en 1977.
Antes del inicio del partido hubo un sentido minuto de silencio. De esa manera fue homenajeado Rolando Vargas en el día de su fallecimiento. Fue jugador de ambos clubes desde los años 60, pero se identificó más con el Tigre, que fue el amor de su vida.
Previamente se dio la entonación a capela de los himnos de Bolivia y La Paz.
Un “bosque” de banderas celeste y blanco acompañó el ingreso de la Academia a la cancha. Las portaban aficionados bolivaristas que fueron autorizados a estar en la pista atlética para ser parte de ese espectáculo.
La tribuna sur estalló cuando aparecieron los jugadores de The Strongest: “Tigre, Tigre, Tigre” gritaba su gente para dar el espaldarazo a los futbolistas.
La recta de general se fue llenado poco a poco. Lo mismo ocurrió en la preferencia. Quedaron pocos espacios en las cuatro tribunas, señal de que los aficionados respondieron con su presencia en este primer clásico del año.
El primer gol llegó en el arco norte. Lo celebró a rabiar el público de Bolívar luego de ver el tanto logrado por Ervin Vaca.
En ese mismo pórtico fue vencido en la segunda parte Carlos Lampe, con las anotaciones de Joel Amoroso y Enrique Triverio.
Celestes y atigrados volvieron a emocionarse y a vivir la fiesta del clásico, que sigue escribiendo capítulos en la historia del fútbol boliviano.
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