Falleció un símbolo de The Strongest. Aunque en sus inicios fue jugador de Bolívar, los colores oro y negro fueron por siempre su pasión. En 1969 no viajó a Santa Cruz y se salvó de la tragedia de Viloco.
Brújula Digital, Premium|22|6|25|
Rolando Vargas solía caminar por la avenida Busch en Miraflores, cerca del edificio donde residía. “Estoy yendo a comprar pan. A ver cuándo vienes a la casa para que tomemos un té”, fueron sus palabras hace apenas unos días, al encontrarse con el periodista Fernando Bustillo, a quien conocía desde hace muchos años y habían formado una linda amistad.
Vargas falleció este domingo a los 86 años de edad. Fue un notable jugador. Mediocampista. Se hizo símbolo de su The Strongest querido.
Su tarjeta personal llevaba los colores oro y negro del Tigre. “Rolando Vargas Romero”, rezaba en un lado. Un Tigre lucía estampado y luego venían sus datos personales.
En el reverso, con una foto, Vargas recordaba un episodio imborrable de 1971, cuando el equipo atigrado enfrentó en el Hernando Siles de La Paz al Santos de Pelé.
“El Club The Strongest lamenta informar el deceso de uno de sus máximos referentes futbolísticos”, escribió el club confirmando el fallecimiento de Rolando “Perro” Vargas, “ícono eterno del club”.
Con el Tigre celebró el bicampeonato paceño logrado entre 1963 y 1964. Fue campeón nacional en 1964.
Había llegado a The Strongest desde Bolívar en una transferencia que en esa época para muchos era impensable.
Antes de ese episodio, el periodista Lorenzo Carri (+) le hizo una entrevista que la publicó en su columna ‘Café caliente, café’. Le preguntó, a poco de la Navidad de 1962, que le gustaría como regalo, y él respondió: “La camiseta de The Strongest”.
“¿Y para Año Nuevo?”, siguió Carri.
“Estrenarla”, le contestó Vargas.
En 1969, el país fue conmocionado por el desastre aéreo de Viloco, cuando un avión del LAB se precipitó a tierra y murieron todos sus ocupantes, entre ellos, todos los integrantes del plantel atigrado que habían viajado a Santa Cruz para disputar un torneo amistoso.
Rolando Vargas no fue a esa incursión porque debía atender su trabajo. Fue uno de los futbolistas que salvó su vida.
Formó parte de la reconstrucción de The Strongest. Cuando se retiró del fútbol siguió ligado al club de distintas formas. Nunca dejó de querer esa camiseta.
A sus más de 80 años todavía iba al estadio Hernando Siles para ver al equipo gualdinegro jugar los partidos del campeonato nacional. Este domingo, en el clásico ante Bolívar, será el gran ausente. Paz en su tumba.
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