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Cultura | 05/11/2023   18:11

Oruro se viste de gala con la entrada del primer convite del carnaval 2024

Con la fiesta de Todos Santos se abre el telón del carnaval en Oruro, ese mismo día que se recibe a los difuntos y se los muestra en una tumba armada con las delicias que les gustaba en vida, también se realiza una vieja tradición local, como es el rodeo.

APG

Brújula Digital|05|11|23|

Especial de Dehymar Antezana, desde Oruro

“Llegando noviembre ya no estoy triste, vuelvo a la morenada, poncho de vicuña el moreno viste, esto si es felicidad, para olvidar las penas de amor, bailo en Carnaval en la gran Central”, reza la letra de una de las morenadas más populares que hoy se escucharon en la ciudad de Oruro, capital del folklore de Bolivia.

Como dice parte de la letra de esa morenada de Alejandro Arias Maya, llega noviembre y la alta tierra de los Urus se viste de gala porque hoy se inician las actividades rumbo al carnaval de Oruro, Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad.

Con la fiesta de Todos Santos se abre el telón del carnaval en Oruro, ese mismo día que se recibe a los difuntos y se los muestra en una tumba armada con las delicias que les gustaba en vida, también se realiza una vieja tradición local, como es el rodeo.

Esa costumbre es practicada por los devoto danzantes que participan en alguna institución folklórica y aprovechan para invitar a los nuevos integrantes, ofreciéndoles masitas y bebidas. Aceptada esa ofrenda, se comprometen de palabra para bailar por tres años consecutivos en honor a la Virgen del Socavón en el Carnaval de Oruro, en algún conjunto folklórico. El rodeo aún permanece vigente en la Gran Tradicional Auténtica Diablada Oruro y la Morenada Zona Norte.

Primer convite

Desde las 07:00 horas de este domingo, con una ceremonia religiosa en el punto de partida del recorrido, Potosí y Aroma, el Obispo de la ciudad, monseñor Cristóbal Bialasick, fue el encargado de dar la bendición a los devoto danzantes para su peregrinar mediante la danza rumbo al Santuario de la Virgen del Socavón.

Serán algo más de tres kilómetros la distancia para llegar a los pies de la patrona de los orureños y recibir su bendición.

Los devotos que personificarán a diablos, morenos, tobas, tinkus, caporales, kullawas, llameros, phujllay, doctorcitos, entre otros personajes más de las 20 especialidades de danza del carnaval mostrarán su fe y devoción por las calles de la ciudad, acompañados de instituciones musicales que muestran la grandeza musical de la cultura boliviana.

A diferencia de lo qué pasa en el último convite y la entrada del sábado de peregrinación, la ruta tiene una variante, cuyo trazo es por la calle Pagador, vía antigua donde en otrora pasaba el carnaval de Oruro en el siglo pasado.

Una vez que los devoto danzantes lleguen al Santuario, ingresarán de rodillas para saludar a la virgen y harán la promesa de bailar en el Carnaval de Oruro por tres años consecutivos.

El convite con cabeza y cordero

Luego de salir del Santuario, los devotos se dirigen a unas cuadras al norte, en las calles Cochabamba y Baptista, donde los pasantes, pareja encargada de pasar la fiesta, brinda una recepción callejera a los integrantes de este conjunto folklórico, fundado el 25 de noviembre de 1904.

Por lo general, son recibidos con un vaso de chicha o cerveza y como manjar un rico rostro asado de ternera o un matahambre al estilo matarife quemado en alcohol.

Es la otra cara del convite, “convidar”. Sin embargo, es solo una parte. El acto central, por decirlo de alguna manera, ocurre cuando los devoto danzantes de la Morenada Zona Norte (1913) se apersonan bailando por el lugar donde están los diablos de la Auténtica.

Allí se paran por unos minutos, ya que entre los pasantes de ambos conjuntos y los representantes de los directorios intercambian, los diablos con un rostro asado de ternera y chicha, mientras que los morenos se encargan de ofrecer un rico cordero al horno y cerveza.

Tras ese convidar de las delicias culinarias orureñas, los morenos siguen su paso bailando, mientras pasan por la zona, son invitados con vasos de chicha y cerveza en un ambiente de hermandad, en medio de una tradición que data por más de un siglo.

Un momento de fe

El carnaval de Oruro no solo es la preparación de la danza, de la música o de la vestimenta, sino también es la preparación de la fe de los devotos, quienes desde la noche del sábado iniciaron las veladas en honor a la Virgen del Socavón, en medio de un ambiente espiritual sin precedentes, en medio de plegarias, oraciones y yaravíes.

Los altares fueron adornados con flores y tules, combinando con luces de colores. El ambiente fue preparado con delicadeza por los pasantes que estarán a cargo de la fiesta en el Carnaval.

El incienso y mesas blancas también fueron parte del ritual de fe, se combinaron pequeñas serenatas dedicadas a la Patrona de los orureños, con la presencia de grupos musicales folklóricos que dieron el marco de fiesta en una noche tan singular.

La coca para el acullico y el cigarro, además de los ponches a base de singani, fueron el complemento de una vieja tradición que perdura por más de un siglo.

El sonido de los bronces

Si bien el Convite era el inicio de las actividades del carnaval, desde hace seis años la Federación de Bandas y Músicos Profesionales de Oruro (Fedbampo) organiza el festival coreográfico de bandas de música, que se realiza un día antes del Primer Convite, actividad que se efectuó el sábado precedente en la avenida Cívica.

Participaron algo más de 20 bandas de música profesionales que no solo hicieron gala de la ejecución de los instrumentos de bronce, sino también de su habilidad en la coreografía con pasos y figuras que marcaron la destreza de los músicos, que no solo interpretaron música del acervo nacional o del Carnaval de Oruro, sino también melodías de carácter internacional.

Varias horas y con miles de espectadores se cumplió esa primera jornada, antesala de lo que hoy se vivirá en las calles de la tierra de Pagador, que vivirá con intensidad, el inicio de su Carnaval, simbiosis entre lo místico y devocional, único y genuino por sus componentes mezclados por la ritualidad, costumbre, tradición y espiritualidad.

BD/RPU





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