El trabajo de Javier, Molina un humanista y fotógrafo boliviano basado en Londres desde hace más de 30 años, está enfocado en “cerrar la brecha entre la fotografía tradicional y la pintura.
El realismo mágico es una de las características de la fotografía de Javier Molina. Foto: Desde Afuera
Por Mauricio O. Ríos*, especial para Brújula Digital
OXFORD, REINO UNIDO
A Javier Molina Barrios no le interesa realmente hablar de sí mismo porque -según explica- ese no es el punto importante. “Es mi trabajo que puede hablar por sí,” agrega.
En una conversación para Desde Afuera (ver video), un espacio de conversaciones con bolivianos y bolivianas que viven alrededor del mundo, Javier comenta sobre su proceso creativo y los lineamientos de su obra fotográfica de “realismo mágico”, parte de la cual ha sido exhibida por la galería de arte Linden Hall y también en la reciente Photo London, la prestigiosa exposición que se realiza en Somerset House en Inglaterra.
El trabajo de Javier, un humanista y fotógrafo boliviano basado en Londres desde hace más de 30 años, está enfocado en “cerrar la brecha entre la fotografía tradicional y la pintura.” Este emprendimiento lo ha llevado a trabajar cuatro temas principales: el paisajismo, la naturaleza muerta, el retrato, y el mundo imaginario del arte digital.
Sin embargo, y como todo artista emigrante, Javier también ha desempeñado varios oficios a través de los años: desde guía de turismo en Bolivia hasta creador del departamento de diseño y fotografía en Bloomsbury Auctions, una casa de subasta de libros antiguos; y en Sotherans, la librería más antigua del mundo donde trabajó hasta su jubilación.
“He sido un trabajador empeñado sobre todo en la sobrevivencia porque siendo emigrante no es tan fácil. He lidiado ferozmente y muy a favor de mi destino,” explica Javier. “Mi destino me llevó a muchos lugares sin que yo tenga que elegir mucho. Finalmente lo que vence es el deseo grande de la creatividad, eso es lo que me ha guiado constantemente.”
Ese enorme deseo de la creatividad hace que Javier trabaje en base a una foto real (o varias) para luego agregar su propia imaginación, en un proceso de postproducción en Photoshop que se podría denominar como el “realismo mágico” de la fotografía.
En el mundo de las relaciones personales, por otro lado, Javier fue amigo del reconocido escritor y poeta Jaime Sáenz con quien jugaba “cacho” y compartía semanalmente, y con quien publicó conjuntamente el libro “Imágenes paceñas, lugares y personas”, considerado hoy un retrato de una ciudad que ya no existe como tal. Javier también tuvo la oportunidad de compartir con otros grandes de la poesía como Blanca Wiethüchter y Yolanda Bedregal.
Para terminar, y refiriéndose a los jóvenes valores de la fotografía boliviana, Javier les aconseja: “Hay que nomás dejar que el espíritu mismo de uno salga a través del lente. (…) Yo aconsejaría a esos jóvenes que la creatividad no se tranque en la instantánea. El periodismo fotográfico es evidentemente muy importante pero yo creo que habría que enfatizar un poco más el aspecto creativo, imaginativo de la fotografía. Más o menos lo que hago yo, o sea empujar el límite de la instantánea.”
Mauricio O. Ríos Ibáñez es consultor internacional en comunicación estratégica y prevención de conflictos. Está asociado con la firma Conflict Management Consulting. Radica en Oxford, Reino Unido. Fue funcionario del Banco Mundial por varios años. Dirige y es anfitrión del programa de entrevistas “Desde Afuera”, iniciativa apoyada por Brújula Digital. Puedes contactarlo vía Twitter: @quinoa_man