Los especialistas creen que estas ofrendas, que pertenecen a la cultura Tiwanaku, fueron hechas a lo largo de los siglos 8 y 10 d.C. Las ofrendas incluían el sacrificio de llamas jóvenes.
Los hallazgos recientes. Foto: The Guardian
Los especialistas creen que estas ofrendas, que pertenecen a la cultura Tiwanaku, fueron hechas a lo largo de los siglos 8 y 10 d.C. Las ofrendas incluían el sacrificio de llamas jóvenes.
“Lo bueno de estos objetos es que, más allá de su belleza y de la calidad de su fabricación, fueron descubiertos en un lugar inalterado”, dijo Christophe Delaere, arqueólogo marino de las universidades de Oxford, Inglaterra, y Libre de Bruselas, Bélgica, al diario inglés The Guardian.
Charles Stanish, antropólogo de la Universidad del Sur de Florida, EEUU, y que participó de la investigación, dijo que “lo que hemos descubierto en la cuenca del Titicaca son peregrinaciones y procesiones rituales que forman parte del aparato estatal. A medida que se participa en ellos se está reforzando el poder del Estado”.
Delaere agregó a The Guardian que “ésta es una de las ventajas del patrimonio subacuático. El lago Titicaca protege estos objetos del paso del tiempo y del hombre. Nunca antes se habían descubierto tantos artefactos de esta calidad. La historia que nos cuentan estos objetos es excepcional”.
El hallazgo se produjo en el arrecife de Khoa, cerca de la isla de Sol. Fueron descubiertas hace un tiempo por buzos aficionados, que alertaron a las autoridades y a los especialistas.
Los investigadores extrajeron un sinnúmero de objetos, entre ellas una figurita de puma hecha de lapislázuli y otros animales hechos de piedra, quemadores de incienso y adornos de oro, incluyendo hojas grabadas, un medallón y una pieza marcada con siluetas de un puma y un cóndor.
En conjunto, los artículos revelan cómo las lujosas ceremonias exhibían los materiales más caros que se podían conseguir en esa era. Además de piezas de oro y piedras talladas y pulidas, se encontraron conchas de ostras espinosas, provenientes de la costa ecuatoriana, a casi 2.000 kilómetros de distancia. Los tiwanacotas conseguían esas piezas a través del comercio, dijo el diario inglés.
Junto a los objetos se encontraron huesos de llama y restos de pescados asados, se supone que para consumo de las personas durante las ceremonias.
Las ofrendas no son las primeras que se recuperan del Lago Titicaca, pero la excepcional calidad y abundancia de los artículos pone al arrecife de Khoa en un lugar central de la cultura tiwanacota.
El arrecife donde se hizo el descubrimiento está sumergido unos cinco metros y se ubica a unos 10 kilómetros de la punta noroeste de la isla del Sol.