Brújula Digital|08|12|24|
Un viaje insólito de más de 20.000 kilómetros y cinco décadas concluyó este viernes con la devolución a Bolivia de “Santa Bárbara”, una pintura del siglo XVII realizada por el maestro boliviano Leonardo Flores. Fue devuelto por las autoridades chilenas en el Consulado General de Bolivia en Santiago.
Esta obra, de un valor patrimonial incalculable, fue robada en 1974 de la parroquia de Puerto Acosta, en el departamento de La Paz, cerca del lago Titicaca, y su regreso marca el fin de una larga travesía que la llevó por Brasil, Estados Unidos y Chile, informó El Mercurio de Santiago.
Se cree que Flores creó este óleo sobre tela alrededor de 1684, durante su estadía en los alrededores de lo que hoy es La Paz.
Tras el robo, “Santa Bárbara” fue transportada inicialmente a Brasil, donde terminó siendo subastada. Un coleccionista chileno-estadounidense la adquirió de manera aparentemente legítima y posteriormente la trasladó a Nueva York.
Allí, la pintura incluso fue exhibida públicamente en eventos culturales, hasta que un experto en arte identificó su origen y alertó a las autoridades.
La intervención del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos y de Interpol permitió que la obra fuera localizada en Chile.
Esto dio inicio a un trabajo minucioso de verificación de autenticidad, en el cual se aplicaron técnicas avanzadas como la espectroscopía de fluorescencia de rayos X, agregó el diario mencionado.
Este método, reconocido internacionalmente por Interpol y la UNESCO, permitió analizar la composición química de los pigmentos utilizados por el artista, identificando materiales característicos de la época. El análisis confirmó que el cuadro pertenecía al periodo histórico atribuido a Flores, lo que fue clave para avanzar en el proceso de restitución.
Finalmente, el cuadro fue entregado a Bolivia en una ceremonia oficial en la que participaron representantes de ambos países. Por parte de Bolivia, estuvieron presentes José Pinelo Navarro, cónsul general en Chile, y Deisy Villca Condori, funcionaria del Ministerio de las Culturas. En representación de Chile, participaron Rodrigo Olsen, subsecretario subrogante de Relaciones Exteriores, y Marcelo Rebolledo, jefe de la Policía de Investigaciones especializado en patrimonio cultural.
Flores, el artesano trashumante
Flores (La Paz, 1650-1710) fue un artesano trashumante que iba de pueblo en pueblo dejando en ellos innumerables obras, dice una publicación de la real Academia de la Historia de España.
En 1683 trabajó para la iglesia de la Magdalena de Yunguyo (Puno, Perú), y el año 1684 en Guaycho (hoy Puerto Acosta, Bolivia) donde pintó lienzos para esta parroquia, uno de ellos el cuadro “Santa Bárbara”. Paralelamente cumplía un encargo similar para la iglesia de Italaque (Bolivia).
Sus cuadros presentan escenas del Antiguo Testamento, entre ellas algunas referentes al Apocalipsis, y otros motivos religiosos.
La actividad de Flores fue dispersa y su carácter era disconforme: en sus cartas hablaba del trabajo que tiene hecho y del que aún le falta; se queja por la lentitud con que va su obra y se muestra impaciente por concluir a fin de partir nuevamente, esta vez desde Puerto Acosta rumbo a La Paz donde él radicaba.
Las cartas de este artesano están llenas de interés, pues transmiten las inquietudes de un artista mestizo que desarrolla su arte en los inhóspitos y apartados pueblos del altiplano boliviano, agrega el texto de la entidad española.
Aparte de “Santa Bárbara”, entre las obras más destacadas de Flores está la “Parábola del Pobre Lázaro” proveniente de la parroquia de indios de San Pedro de la ciudad de La Paz, hoy en el Museo de la Catedral.
Este hecho no solo representa un logro en la recuperación de patrimonio histórico, sino también un ejemplo de cooperación internacional para preservar la herencia cultural de los pueblos.
BD/RPU