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Cultura y farándula | 16/10/2018   11:11

Hay bases para dudar del 4,61% de crecimiento del PIB

Desde 2015, hay un quiebre en la correlación histórica entre superficie cultivada y valor del PIB
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Al anunciar que el PIB (12 meses) al 30 de junio de 2018 creció al 4,61%, el Ministerio de Economía y Finanzas Públicas (MEFP) señala que el sector agropecuario registró el mayor crecimiento (7,5%) impulsado fundamentalmente por la agricultura no industrial. Casi de inmediato, dirigentes empresariales del sector agropecuario desafiaron la veracidad de la tasa de crecimiento sectorial (y sub-sectorial) señalada por el Gobierno.

El estudio “¿Es veraz el 4,61% de crecimiento del PIB?” (Ensayos para el debate de INASET en Brújula Digital), revisa la información oficial disponible sobre el comportamiento del sector. Concluye que, efectivamente, el alto crecimiento de la agricultura no industrial habría empujado el crecimiento del PIB de un posible 4,18% al 4,61% reportado por el Gobierno.

Sin embargo, el estudio también encuentra que el comportamiento sub-sectorial rompe inexplicablemente con las tendencias establecidas por los datos acumulados desde hace 35 años sobre los volúmenes de producción, la superficie cultivada y los rendimientos (productividad) de la agricultura no industrial.

El crecimiento promedio 2012-2016 del sector agropecuario fue de 4% anual, pero desde el primer trimestre de 2017 y hasta el Trim II de 2018 casi se duplica (al 7,5%). Con datos del PIB anual, el subsector de agricultura no industrial creció en promedio 2% entre 2006 y 2016, pero salta al 8,7% en 2017. Pero este aumento del PIB no se asocia a mayor producción (en toneladas métricas, TM), al incremento de la superficie cultivada (en Has), ni al aumento de la productividad (rendimiento medido por la producción por Ha).

De hecho, los datos sectoriales del INE muestran que la producción total de la agricultura no industrial habría caído de 6,7 millones de TM en la temporada 2014-15 a menos de 6,2 millones en 2016-17; la superficie cultivada de 1,97 millones de Has a 1,93 millones y el rendimiento promedio de 3,4 TM/Ha a 3,2 en el mismo período.

Entre 1984 y 2014, el PIB nominal de la agricultura no industrial y la superficie cultivada correlacionan de forma casi perfectamente lineal, tendencia que desde 2015 se quiebra totalmente: el PIB (por TM o por Ha) aumenta significativamente a pesar que se reducen tanto la producción como la superficie cultivada, dejando como única alternativa un muy fuerte incremento en los precios de mercado (que se podrían reflejar también en el PIB a valores constantes por defectos de cálculo de los deflactores).

Sin embargo, ninguno de los 54 productos que registra el INE como parte de la agricultura no industrial ha mostrado en los últimos años aumentos significativos de precios (que tampoco se reflejan en la inflación), y ninguno tiene el peso relativo suficiente como para explicar las cifras oficiales del INE para el PIB subsectorial.

Finalmente, el estudio estima la medida en la que el aumento del PIB de la agricultura no industrial podría haber afectado la tasa de crecimiento del PIB general.

Si desde 2016 al presente, el sector agropecuario hubiese crecido a la tasa promedio de los 5 años precedentes (4% anual) en lugar de casi al 7,5% que indican los datos del INE (por el inexplicable crecimiento de la agricultura no industrial) su PIB (a valores de 1990) habría pasado de 5.428 millones de Bs en 2017 a 5.640 millones en 2018 (en lugar de los 5.840 millones que reporta el INE), es decir, 200 millones menor al reportado; restando estos 200 millones al PIB total, el crecimiento a 12 meses bajaría del 4,61% a solo 4,18% (no suficiente para “disparar” el doble aguinaldo).

En síntesis, con los datos oficiales disponibles, se concluye que el crecimiento del PIB reportado por el INE no sería real y, además, tampoco sería suficiente para “disparar” el doble aguinaldo. Sorprende que las distorsiones en los datos no hubieran sido detectadas oportunamente por el INE, el MEFP o por los propios técnicos de los organismos multilaterales que los han validado.

Corresponde al INE/MEFP explicar dónde radica el error de este análisis (si lo hubiera). Entre tanto, el tema queda como un aporte al necesario debate con los pies en la tierra.





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