Geólogo advirtió en 2004 que podía producirse un deslizamiento de lixiviados en Alpacoma

Brújula Digital |25|1|19|

En 2004, el geólogo y docente universitario Marco Antonio Guzmán demandó a la Alcaldía de La Paz no construir el relleno sanitario en Alpacoma y advirtió lo que sucedió años después: que iba a producirse tarde o temprano un deslizamiento de lixiviados.

“Como el área es inestable, si es que la Alcaldía instala allí el relleno, en cualquier momento podría producirse una resquebrajadura a causa del movimiento de suelos, situación que daría paso a una filtración de los líquidos lixiviados, que son producto de la descomposición de la basura y que tienen un alto grado de toxicidad”, dijo Guzmán en declaraciones que se publicaron en el diario La Prensa el 4 de agosto de 2004.

Agregó en ese momento que “esa filtración afectaría las aguas subterráneas que corren hacia el río Achocalla y desde allí hasta Mallasilla y Mallasa y esta situación podría causar un alto grado de contaminación de los suelos”.

Guzmán, en contacto con Brújula Digital, dijo que lamentablemente ni el alcalde de entonces, Juan del Granado, ni otras autoridades de esa gestión municipal escucharon sus advertencias.

El especialista, y otros geólogos de la Universidad Mayor de San Andrés hicieron notar en 2004 que Alpacoma es una zona inestable, con constantes movimientos de tierras, y que era un muy mal lugar para construir un relleno sanitario.

“No se deben hacer este tipo de obras donde hay riesgos de filtraciones y donde hay ríos subterráneos, ya que existe riesgo de contaminación”, expresó. Al no haber otro terreno disponible, y debido a la presión de los vecinos de Mallasa de cerrar el relleno de esa zona, la Alcaldía se decidió ese año por comprar las 50 hectáreas de Alpacoma.

Guzmán agregó que la empresa Tersa, que es la que administra el relleno, es la responsable del deslizamiento por no haber previsto, hace meses, que se estaban generando las condiciones para que ello ocurriera.

“Creo que esa empresa no tiene geólogos, debería tenerlos para que esos profesionales estén constantemente revisando todas las celdas (piscinas) donde están la basura y los lixiviados. Un deslizamiento no se produce de un día para otro, sino que primero se observan fisuras pequeñas, que van aumentando su tamaño hasta ser grandes grietas”, contó. Además, dijo, sensores e inclinómetros, conectados a interfaces de computadora, ayudan a alertar sobre estos problemas.

Una “celda” del relleno sanitario es una especie de gran piscina donde se acumula la basura, se la apisona y luego se sella. De allí bajan los líquidos de la basura, es decir los lixiviados, que se depositan en otra piscina. Lo sucedido en Alpacoma es que una fisura, ocasionada por el movimiento de tierras, causó el deslizamiento de basura, que luego rompió una de las paredes de la piscina donde estaban los lixiviados.

El 16 de enero, 850 mil toneladas de ese líquido viscoso y tóxico cayeron sobre la zona circundante de Alpacoma. La empresa Tersa dijo que se había producido debido a las lluvias, pero ello parece inexacto ya que todos los años llueve copiosamente entre diciembre y marzo y nunca se había producido ese problema.

El deslizamiento ha ocasionado fuertes críticas contra el alcalde Luis Revilla por no haber ordenado la supervisión de la empresa Tersa; Revilla también ha recibido ataques políticos de sectores ligados al MAS y el bloqueo del ingreso al botadero, lo que ha ocasionado que la basura se acumule en las calles paceñas. El Gobierno lo forzó a presentar en 60 días un plan de cierre de ese relleno y de su traslado a otra zona.

La nota periodística de 2004 también refleja que los comunarios de la zona de Alpacoma consultaron en un evento con autoridades de la Alcaldía si no habría mal olor por la presencia de la basura, pero la respuesta fue que ello no sucedería. Sin embargo, en los últimos años, los malos olores han afectado a toda la zona de Mallasa, Mallasilla, Achocalla y otras.