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Sostenibilidad| 05/08/2022

Cambio de enfoque empresarial: de RSE a ESG

Cambio de enfoque empresarial: de RSE a ESG

La sigla ESG hace referencia a los factores que convierten a una compañía en sostenible a través de su compromiso social, ambiental y de buen gobierno.

Visión Sostenible |05|08|22|

El mundo corporativo es dinámico. Y uno de los aspectos en los que el sector se ha transformado con mayor vigor en los últimos años tiene que ver con la gestión de las acciones de las empresas en beneficio de la sociedad, sus compromisos con causas ambientales, sociales y su transparencia, aspectos que, entre otras cosas, ayudan a configurar su reputación corporativa.

Hasta hace algún tiempo, todas estas causas, regidas más o menos por políticas estructurales de las compañías, se concentraban en lo que se llamaba la Responsabilidad Social Empresarial o RSE.

Normalmente, la RSE era una suerte de “cajón de sastre”, en el que podían o no incluirse aspectos tan distintos como los esfuerzos de las compañías por sumarse a campañas sociales de largo aliento que respondían a sus objetivos a largo plazo, políticas de bienestar laboral y hasta alguna ocasional donación benéfica solidaria y puntual.

En los últimos años la visión sobre las acciones solidarias de las empresas ha tenido un giro que, además de un enfoque distinto, plantea una nueva forma de gerenciarlas. Si bien el enfoque ESG –sigla que desplegada del inglés hace referencia a los aspectos ambientales (Environment), sociales (Social) y de gobierno corporativo (Governance)– se conoce desde hace tiempo, en los últimos años éste ha venido guiando las inversiones sociales de las compañías.

Entendiendo un poco mejor el desglose de la sigla:

•  La E de Environmental engloba el efecto que la actividad de una empresa tiene en el medioambiente, de forma directa o indirecta.

•  La S de Social incluye el impacto que una determinada empresa tiene en su entorno social, en la comunidad.

•  La G de Governance alude al gobierno corporativo de la empresa, por ejemplo, a la composición y diversidad de su Consejo de Administración, las políticas de transparencia en su información pública o sus códigos internos de conducta.

Respondiendo a esta nueva tendencia, los rankings más importantes que miden el desempeño de la reputación de las empresas han comenzado a adaptar sus índices de medición al igual que las consultoras que miden los rangos de sostenibilidad.

Por ejemplo Merco, el Monitor Empresarial de Reputación Corporativa, que es la institución de referencia en Iberoamérica que evalúa la reputación de las empresas desde el año 2000, ha incorporado  a sus mediciones la categoría ESG para elaborar el ranking del 2021, que incluye las subcategorías Ambiental, Social y Gobierno Corporativo, a la estructura de recopilación de información y análisis del recuento “con el fin de ampliar los objetivos y los públicos de interés y mejorar la información estratégica para la empresa”, de acuerdo a la consultora.

Pero, además de organizar mejor las acciones de sostenibilidad de las empresas, el enfoque de ESG permite a los inversionistas orientar el financiamiento de proyectos.

Los inversores institucionales han considerado históricamente relevante para la inversión en bancos los aspectos relacionados con el gobierno corporativo. En los últimos años, su interés en el clima y cuestiones sociales ha ido incrementando progresivamente.

Todo parece indicar que esta tendencia se mantendrá en el tiempo y que los criterios sociales, ambientales y de gobierno corporativo tendrán cada vez más peso en la reputación corporativa, así como en los criterios que toman en cuenta los inversionistas a la hora de apostar al financiamiento de las compañías.