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Inclusión financiera| 03/10/2022

La educación, factor clave en la carrera por la inclusión financiera

La educación, factor clave en la carrera por la inclusión financiera

Urgen estrategias de educación para que cada vez más personas accedan a servicios financieros. Foto: F. Profin

Visión Sostenible |03|10|22|

Inclusión es una de las palabras de mayor uso en el vocabulario de la banca. Y es que los estudios revelan que en América Latina todavía queda mucha gente fuera del acceso a los servicios financieros y es urgente pensar en estrategias que permitan superar esta situación. En Bolivia, por ejemplo, 6 de cada 10 personas todavía no tiene relación con un banco.

Este dato contrasta con el número de agencias bancarias distribuidas en todo el territorio con la cantidad de cajeros automáticos dispersos en la geografía de ciudades grandes e intermedias, con el impacto reciente de la digitalización y las alternativas concebidas por las entidades financieras para llegar a un número cada vez mayor de clientes.

¿Cuáles son los factores que dificultan una mayor inclusión financiera? Aparentemente se trata de un problema de educación y de velocidad. En unos países se corre más y se ponen en marcha estrategias de educación que permiten acercar más a los usuarios y transformarlos en clientes.

“En la medida en que la población y los clientes estén mejor educados van a entender mejor los productos bancarios, van a tener una relación más pareja con las instituciones. Todavía hay temor o desconocimiento del sistema financiero, problemas de conectividad al internet y un porcentaje de gente que no tiene un celular inteligente”, advierte el presidente del Directorio del Banco de Crédito BCP y CEO del grupo financiero Credicorp, Gianfranco Ferrari.

La experiencia de la pandemia fue aleccionadora para muchos, porque impulsó el uso de los canales digitales como única opción para poder realizar compras y otras transacciones en un contexto de cuarentena y otras restricciones, pero cuando algunos gobiernos decidieron pagar bonos a la población a través de agencias bancarias, se observaron largas colas en Bolivia, Perú u otros países donde se optó por ese beneficio.

“Si esas personas hubieran tenido una cuenta bancaria, todo habría sido tan fácil como apretar un botón”, añade Ferrari, quien reconoce que este hecho reveló la urgencia de ir más rápido con la inclusión.

De todas maneras, la crisis sanitaria y su secuela de restricciones abrieron las puertas al diseño de un abanico de nuevos productos financieros, entre los que destaca la posibilidad de abrir cuentas digitales y obtener crédito de igual manera.

Ello sumado a que en algunos bancos se comenzaron a buscar opciones creativas y participativas para la generación de soluciones tecnológicas que permitan acelerar el proceso de inclusión.

“Nosotros impulsamos el programa Voces en los países donde operamos, incluido Bolivia, para que jóvenes de 18 a 32 años, individualmente o en grupo presenten ideas, apalancadas en tecnología, con el propósito de ir más rápido”, agrega.

Hasta ahora, Voces ha convocado a más de 150 postulantes, cuyas ideas serán evaluadas por un jurado compuesto por 6 personas. Los mejores 10 accederán a asesoría, conocimiento y contactos.  “Y posteriormente las mejores tres ideas seleccionadas recibirán apoyo económico y asistirán a One Young World Summit 2023 de Belfast, donde se presentan las mejores iniciativas para que inversionistas sigan colocando recursos”, explica.

“Queda mucho por recorrer, pero al menos sabemos que vamos por buen camino”, concluye Ferrari.