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Equidad| 11/04/2022

La manera de plantear las solicitudes de empleo puede generar inequidad de género

La manera de plantear las solicitudes de empleo puede generar inequidad de género

Visión Sostenible |11|04|2022|

“Se necesita recepcionista (masculino) con experiencia y ganas de trabajar para hotelería…”. “URGENTE, se precisa una persona con experiencia, de preferencia mujer, para atención de una cafetería…”. Estos anuncios, como tantas ofertas laborales, muestran la falta de equidad de género dentro de empresas, instituciones y empleos informales, entre otras actividades económicas.

Esta brecha se vuelve más notoria si consultamos los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), que muestran que hasta diciembre del año pasado las trabajadoras ganaban menos que los trabajadores en cinco de siete grupos ocupacionales del sector privado.

Las gerentes y administradoras, por ejemplo, perciben en promedio Bs 3.837 menos que los gerentes y administradores (-27%), las profesionales Bs 1.543 menos (-30%), otras profesionales Bs 1.064 menos (-14,4%), las empleadas Bs 908 menos (-28%) y las obreras especializadas Bs 881 menos (-30,3%). Las mujeres ganan más que los hombres sólo en dos categorías: en “otros empleados”, que reciben Bs 65 más (+1,6%) y en “otros obreros”, que perciben Bs 1.425 más (+49,3%).

El INE explica que en la categoría “otros empleados” están incluidas personas que tienen un nivel de calificación primario, secundario y no universitario, y que realizan diversos trabajos, los cuales no están relacionados a la actividad principal que realiza la empresa. Por ejemplo, una secretaria, un vigilante o un auxiliar de oficina.

En la categoría “otros obreros” están incluidos trabajadores que ejecutan “tareas manuales de carácter simple y ordinario”, labores “que exigen principalmente un esfuerzo físico y poca o ninguna experiencia previa”. Por ejemplo, los peones, ayudantes y otros.

En 2020, el presidente Luis Arce promulgó el decreto No 4401, que tiene por objeto impulsar medidas para la igualdad de oportunidades en el acceso al empleo, la remuneración y el trato igualitario en el trabajo entre mujeres y hombres, con el fin de eliminar la discriminación directa o indirecta en el sector laboral. Sin embargo, aún existen empresas y contratistas que incluyen requerimientos discriminatorios dentro de sus solicitudes laborales.

Hoy, Facebook, LinkedIn, otras redes sociales y plataformas digitales son un espacio de acceso para ofertas y demandas laborales, lo que facilita a las personas tener una gama amplia de opciones de trabajo y lograr una pronta contratación.  Sin embargo, estas oportunidades se ven limitadas por distintas barreras que condicionan a el o la postulante. Un gran impedimento puede ser el ser hombre o mujer.

Otras solicitudes publicadas en las redes sociales evidencian también que existen parámetros de contratación como: no tener hijos, contar con un rango de edad, experiencia laboral o buena presencia, entre otras; y esto hace que en la actualidad una persona se vea limitada y condicionada en sus aptitudes.

En un mundo “perfecto” sería ideal que toda empresa pueda contar con la mitad de empleados masculinos y la otra mitad femenina; que cuenten con un ambiente laboral excelente fuera de acoso, racismo y discriminación.

Pero ¿cuál tendría que ser el primer paso de una empresa para fomentar la equidad de género? Pues, sería incorporar la no discriminación en los principios o valores de la compañía, descartar todas las limitaciones sociales, económicas, culturales, étnicas, etc. dentro de sus requerimientos laborales y así ir construyendo un ambiente laboral óptimo fuera de discriminaciones y con una equidad laboral ejemplar para otras empresas.