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Buenas prácticas| 26/11/2022

Pausas activas, ¿elevan la productividad laboral?

Pausas activas, ¿elevan la productividad laboral?

Hacer breves pausas en el trabajo promueven hábitos saludables y genera un mejor ambiente laboral.

Visión Sostenible |26|11|22|

Durante los últimos años, el bienestar tanto físico como mental de los trabajadores se ha convertido en una de las prioridades de los empleadores que han implementado, dentro de sus políticas de Responsabilidad Social Empresarial, la práctica de las pausas activas dentro de la jornada laboral.

Estos son momentos de descanso recomendados principalmente para personas que realizan trabajos estáticos y pasan de ocho a nueve horas frente a su escritorio. Tanto la Organización Mundial de la Salud (OMS) como la Organización Internacional del Trabajo (OIT) establecen que este tipo de intervalos mejoran la calidad de vida del trabajador, promueven hábitos saludables y genera un mejor ambiente laboral.

“Las pausas ayudan a distender los músculos y oxigenarlos. Se recomienda tener una pequeña rutina que inicie con ejercicios de movilidad articular, en un tiempo estimado de cinco minutos, luego continuar con estiramiento muscular, para salir de la posición de tensión que se tiene, esto acompañarlo de respiración consciente. En total, esta pausa no toma más de 15 minutos”, explica Carlos Hurtado entrenador profesional de crossfit.

Además de estas pausas musculares, la OMS sugiere también los descansos visuales que son ejercicios como parpadeos, fijar la mirada en otros puntos que no sea la computadora o cerrar los ojos.

Sostener una misma postura durante largos periodos genera estrés postural que desemboca en contracturas de la zona lumbar, cervical, trapecios, hombros, cadera. “Con las pausas se puede controlar y hasta reducir las probabilidades de tener lesiones, por eso se recomiendan movimientos que vayan en contra de la posición sostenida para relajar y aliviar los músculos”, detalla Leonardo Hurtado, fisioterapeuta y kinesiólogo.

De igual manera, las pausas ayudan a elevar los niveles de atención. Una persona no puede mantenerse más de dos horas centrada en una cosa, por ello requiere un descanso para bajar ese estrés y luego retomar la actividad con mayor predisposición mejorando su productividad.

“Es importante tener un break, para despejarse, la presencia de breves distractores, como el ejercicio, levantarse de su asiento o hasta ir por una taza de café, propician que la mente se relaje para volver a enfocarse y trabajar de mejor manera”, indica José Becerra, psicólogo especializado en el ámbito laboral.

Los profesionales coinciden que, durante una jornada laboral de ocho horas, deben realizarse de dos a tres intervalos, cada uno de 10 a 15 minutos de duración.

Finalmente, destacan que lo importante es entender que las personas no son más productivas por el tiempo pasan sentados frente a una computadora, sino por los objetivos que puedan lograr, dentro de los plazos establecidos, por ello es fundamental que el empleador brinde estos espacios de distención, para generar un mejor ambiente de trabajo.