Procesiones en patrullas policiales, misas vía internet y palmas del año pasado, el silencioso Domingo de Ramos en Bolivia

Brújula Digital |05|04|20| 

Desde que tiene memoria, Beatriz, de 52 años, asiste a la tradicional misa de Domingo de Ramos en la ciudad de La Paz.  Hoy, por primera vez en su vida no fue a la iglesia para participar en la tradicional eucaristía que da inicio a la Semana Santa. Como muchas personas de Bolivia y el mundo, se quedó en casa para cumplir la cuarentena que busca evitar la propagación del coronavirus. Para no perder la costumbre, la mujer escuchó una misa virtual y rezó mientras sujetaba las palmas que compró el año pasado.

“Las palmas del año pasado fueron bendecidas y también sirven”, dijo Beatriz, quien aún no puede creer que todas las iglesias del país cerraron sus puertas en Domingo de Ramos. “Nunca pensé que vería algo así”, contó con un tono de resignación. No fue la única. Su vecina, Ana, se levantó temprano para ver la misa en televisión. “No es igual, pero no tenemos otra alternativa”,  comentó.

Al igual que las dos vecinas, muchos creyentes católicos buscaron alternativas para celebrar el Domingo de Ramos y recibir una “bendición virtual” en plena la cuarentena. Días antes, la Iglesia anunció la suspensión de todas las actividades religiosas  de la Semana Santa, además instruyó a los sacerdotes celebrar las misas a puertas cerradas y pidió a los feligreses seguir las eucaristías vía internet.

En Roma (Italia), el papa Francisco dio el ejemplo y ofició la misa de Domingo de Ramos en una basílica de San Pedro desierta debido a la pandemia de coronavirus. La misa fue difundida en directo en la página web del Vaticano.

El papa argentino destacó la labor de las personas que trabajan por los otros en plena pandemia. “Mirad a los verdaderos héroes que salen a la luz en estos días. No son los que tienen fama, dinero y éxito, sino son los que se dan a sí mismos para servir a los demás. Sentíos llamados a jugaros la vida. No tengáis miedo de gastarla por Dios y por los demás: ¡La ganaréis!”, dijo.

En Bolivia, las eucaristías también  fueron transmitidas por varios canales de televisión y cuentas de Facebook. La celebración principal en el país se realizó en Santa Cruz y fue presidida por el arzobispo de Santa Cruz, el monseñor Sergio Gualberti, además de los obispos auxiliares: monseñor Estanislao Dowlaszewicz, monseñor René Leigue y el rector de la Catedral,  Hugo Ara.

“En este tiempo de sufrimiento que nos toca vivir por la pandemia, Cristo desde la cruz nos invita a renovar nuestra fe en Él”, sostuvo el Arzobispo de Santa Cruz. Pidió además a los fieles ser solidarios y no ser indiferentes ante el dolor de quienes padecen de coronavirus, además solicitó apoyar las medidas de control de la pandemia. Sugirió también evitar las actitudes hostiles.

En la ciudad de Cochabamba, una procesión –que consistía en un sacerdote parado sobre una camioneta de la Policía Bolivia– recorrió las calles y sorprendió a los vecinos. Al ver el vehículo decorado con manteles blancos, al escuchar música religiosa y las sirenas de la policía, muchos pobladores salieron por instantes de sus casas, algunos lloraban, otros se arrodillaban y otros alzaban hojas y palmas.

Cuando la procesión pasó por un centro de salud, varias funcionarios salieron y alzaron las manos. El vehículo estaba custodiado por al menos cuatro patrullas de la institución del Verde Olivo.

El recorrido comenzó en la plazuela Cala Cala para luego continuar por la avenida Libertador, la plaza de las Banderas, la avenida Ayacucho, la 6 de Agosto, la laguna Alalay, Oquendo, Melchor Urquidi, Circunvalación y Atahuallpa, según el diario Opinión.

“Que el señor les bendiga siempre”, gritaba un sacerdote desde un vehículo de la Policía, mientras de fondo se escuchaba música religiosa y las sirenas de las patrullas. Así una procesión con la imagen de la Virgen de Copacabana recorrió las calles del centro y la zona Sur de la ciudad de La Paz.

Desde las ventanas de los edificios y las casas, varios vecinos saludaban el paso de la caravana. En las patrullas y acompañados de policías, los sacerdotes daban a través de altavoces mensajes de aliento a los ciudadanos.  Todos usaban barbijos. La caravana visitó las zonas de Obrajes, Miraflores, Sopocachi, el centro y otras zonas de la Sede de Gobierno. Incluyó en su recorrido la visita a hospitales de La Paz, según Erbol.

Durante toda la mañana de este domingo, Beatriz esperó el paso de la procesión de la Virgen de Copacabana y aseguró que la caravana no llegó hasta las zonas aledañas al Cementerio General de La Paz. “No escuche nada.  Hoy todo fue silencio”, comentó. 

En la ciudad de Sucre, en vehículos, sacerdotes recorrieron las calles para bendecir a los ramos y hojas de los vecinos, algunos pobladores salieron por instantes de sus casas y otros optaron por dejar las palmas en las puertas y las ventanas. La actividad fue gestionada por la Arquidiócesis de la Ciudad Blanca.

"Desde una camioneta bendecimos los ramos y los hogares", dijo el Vicario General de la Pastoral y párroco de la iglesia de Santo Domingo, Enrique Quiroga, según ABI. El agua fue desinfectada con cloro antes de realizar el recorrido, añadió el religioso.