Policía española sospecha que las visas de los bolivianos que están en un crucero son falsas

Brújula Digital|Agencias|03|04|24

El Cuerpo Nacional de Policía de España considera que las visas que tienen los bolivianos que se encuentran sin poder desembarcar de un crucero que está en el puerto de esa ciudad española son falsas, informa la agencia EFE.

Son 69 bolivianos que están a bordo del barco amarrado en el puerto español porque no disponen de visados válidos para ingresar en el espacio europeo de Schengen.

Fuentes policiales informaron a EFE de que los visados de estos ciudadanos bolivianos son falsos y que se está investigando si los responsables del crucero, de la empresa MSC, tenían conocimiento de esta presunta infracción.

A su vez, fuentes de MSC Cruceros informaron a EFE que la compañía está trabajando con las autoridades españolas para gestionar la situación que afecta a pasajeros de Bolivia, incluidos familias y niños, y confirmaron que estos viajaban con una "documentación no válida".

Las mismas indicaron que estos pasajeros "parecía que tuvieran documentación apropiada en su embarque en Brasil".

Sin embargo, MSC Cruceros fue informada posteriormente "por las autoridades (españolas) de que los visados no son válidos para su entrada en el área Schengen", por lo que no han podido desembarcar en Barcelona, que era el destino final, informó la compañía, cita EFE.

Gobierno de Bolivia

"Debido a que los connacionales no cuentan con los documentos de ingreso al espacio Schengen, tienen dificultades para desembarcar en los puertos de Europa", había explicado previamente en un comunicado el Gobierno boliviano.

Según un comunicado de la Cancillería de Bolivia, la empresa MSC Cruises debe brindar y otorgar una inmediata solución a los 69 bolivianos, pues, agrega, debía corroborar si estos tenían los documentos necesarios cuando abordaron la nave.

“La Embajada de Bolivia en España y el Consulado General de Barcelona se encuentran realizando gestiones pertinentes para atender este caso, realizando coordinaciones con las autoridades españolas, así como con la Empresa MSC Cruises y brindar la asistencia consular que corresponda a los ciudadanos bolivianos para el respeto de sus derechos humanos, siendo la empresa la que debe otorgar una inmediata solución a la situación en la que ahora se encuentran nuestros connacionales, puesto que su obligación era corroborar los documentos de ingreso y salida a cualquier destino que ofrezca sus servicios”, se lee en el comunicado de la Cancillería.

“Me tratan como delincuente”

"Me tratan como si fuera una delincuente cuando he sido estafada", denuncia al periódico el ARA una de las pasajeras bolivianas, vía teléfono.

Ella tiene 28 años y viaja con un hijo de ocho, y explica que desde la medianoche del martes (hora española) la tripulación del barco los ha encerrado en las cabinas y les prohibió salir y deambular por las instalaciones. La comida se las llevan a sus camarotes.

Hasta la terminal de cruceros de Barcelona se han desplazado familiares y amigos de los pasajeros bolivianos, que han comprobado con angustia que no podían descender a tierra.

Otros viajeros

Según MSC Cruceros, el barco continúa en Barcelona mientras la compañía trabaja con las autoridades pertinentes para facilitar este proceso.

El crucero atravesó el Atlántico desde Brasil hasta Barcelona, donde descendió el pasaje que tenía destino final en esta ciudad con la documentación requerida en regla.

Al mismo tiempo, ha embarcado nuevos viajeros que hacen la segunda parte de la ruta, en este caso por el Mediterráneo hasta Croacia, según la naviera.

Además de los bolivianos hay otras 1.500 personas que se ven perjudicadas porque debían continuar ruta hacia Croacia en el mismo crucero.

“Estamos presos aquí, junto con los bolivianos. No entendemos por qué no nos dejan bajar”, dijo a El País Rafael Kondlatsch, un periodista brasileño de 40 años.

MSC cruceros anunció que al menos se saltarán la visita a Ajaccio (Córcega), que era la siguiente tras Barcelona.

 “No nos informan, apenas nos dicen que hay un problema de migración”, lamenta Kondlatsch.