Erwin Tumiri pensó, tras su nuevo accidente: "¿Otra vez?, no lo puedo creer"

Brújula Digital |03|03|2021|

Milton Condori

Existen frases que definen una situación elemental dentro de la vida de cualquier persona, están también las frases de ánimos para los momentos difíciles, y está esta que define la vida de un hombre que evitó a la muerte por segunda vez: “una vez más se salvó”. Erwin Tumiri es ese hombre que se salvó una vez más.

Tumiri, el técnico de aviación que sobrevivió al accidente de la nave de empresa LaMia en 2016, volvió a salvarse de otro siniestro. El hecho ocurrió hacia la 1 de la madrugada. Tumiri iba en el bus de la empresa Carrasco, que se embarrancó por un precipicio de una profundidad de 150 metros, en el kilómetro 72 de la carretera Cochabamba-Santa Cruz. El hecho de tránsito dejó 21 muertos y al menos 13 heridos. Uno de los sobrevivientes fue Tumiri.

La frase “una vez más se salvó”, corresponde a la hermana de Tumuri, Lucia, quien apeló a Dios el hecho de que su hermano aún esté con vida. “Está estable, gracias a Dios, una vez más se salvó”, dijo Lucia según un reporte de Los Tiempos.

De acuerdo a un informe médico, el hombre tiene lastimaduras en las rodillas y raspaduras en la espalda y permanecerá la noche en observación. “Hablé con él y me dijo que está bien. Es con el poder del Señor, siempre nos cuida y tiene sus tiempos”, agregó Lucía.

Erwin Tumiri relató que, antes del accidente, él tomó una siesta por el viaje y que cuando escuchó un ruido, despertó y se tomó con fuerza del asiento delante suyo, metió  su cabeza, encorvó la espalda y no dejó de hacer inercia para que el movimiento brusco del accidente lo tumbe.

“Yo seguí agarrándome, no me desparramé hasta que llegamos al suelo. Salí a gatas del bus. Me senté, mi rodilla estaba sangrando y dije: ‘¿otra vez?, no lo puedo creer’. Tenía un chichón en mi cabeza, el chichón era grande”, contó Tumiri según Bolivisión.

Recordó que con ese impacto del accidente, acaecido la madrugada del martes, lo que también había vivido el 28 de noviembre de 2016, cuando el avión de LaMia cayó en Colombia, muriendo 71 de los 77 pasajeros. El fue uno de los sobrevivientes.

Al igual que su hermana, Erwin agradeció a Dios porque le permitió salvarse una vez de un accidente en el cual murieron 21 personas.

“Me siento muy bendecido, siempre doy gracias a Dios y mi mamá me recomienda que me encomiende a Dios. Lo hago no solo por obligación, sino porque lo siento”, relató Tumuri.

Los internautas de las redes sociales calificaron a Erwin con distintos epítetos: “el hombre de las siete vidas”, “el hombre que nació con suerte”, “Erwin, el hombre con un destino”, pero, qué mejor epíteto que su hermana le dio: “el hombre que una vez más se salvó”.

BD/MC