Tres años desde el inicio de la guerra en Ucrania. Milan M.A. Gonzales, poeta y corresponsal boliviano, relata la resistencia en “Invasión”, mezclando periodismo, poesía y fotografía. Liberado al público, el libro y el cortometraje “23” denuncian la barbarie y celebran la palabra como arma contra el olvido.
Brújula Digital|24|02|25|
Puka Reyesvilla
Este 24 de febrero marca tres años desde aquella madrugada en la que el eco de las explosiones anunció el inicio de una guerra que Vladimir Putin prometió resolver en dos semanas.
Ucrania, sin embargo, se sostuvo. La historia de esta resistencia ha sido narrada de muchas formas, pero pocas con la hondura y la fuerza de “Invasión”, la obra del poeta y corresponsal de guerra boliviano Milan M.A. Gonzales, quien vivió y documentó la barbarie durante los primeros meses del conflicto.
Publicado al cumplirse un año de la agresión rusa, “Invasión” conjuga periodismo, fotografía, gráfica, video y poesía para retratar un tiempo suspendido entre el horror y la esperanza.
Ahora, en una decisión cargada de simbolismo, Gonzales ha decidido liberar su testimonio al acceso público, un gesto que trasciende la denuncia y se convierte en un acto de memoria. Por eso se puede descargar gratuitamente en el portal de Brújula Digital (ver adjunto al final de esta nota).
“La realidad no es solo lo que sucedió, sino también la que existe por el solo hecho de contarla”, sentenció Gabriel García Márquez sobre el periodismo. Gonzales ha hecho de esa premisa su misión. Con la urgencia del reportero y la sensibilidad del poeta, atestiguó el miedo en los refugios, la incertidumbre en los trenes atestados de quienes huían, la valentía de los que decidieron quedarse.
En sus crónicas, publicadas entonces en Página Siete, pintó con palabras los rostros de la resistencia ucraniana: desde los soldados hasta las madres que sostenían a sus hijos entre ruinas. Por ello la obra permite una mirada múltiple: entre la crónica y la poesía.
Pero “Invasión” no solo documenta, sino que transforma. La poesía en su obra es una segunda trinchera. “Las palabras hacen milagros”, dice Gonzales, y en sus versos busca reconstruir lo que la guerra se empeña en destruir. Su poema “23” no es solo el centro del libro, sino una declaración de fe en la palabra como arma contra el olvido.
El proyecto “Invasión” no se limita a la escritura. Es un testimonio que se expande. Acompaña al libro un cortometraje realizado junto al montajista Daniel Romero. Este documental de 10 minutos, que se puede ver aquí, condensa la brutalidad del conflicto sin necesidad de exhibir la muerte en primer plano: basta con la soledad de una estación de tren, los cristales rotos, la mirada de una madre buscando abrigo en la lumbre de una vela.
El filme sobrevive a pesar de la censura. Durante su estancia en Ucrania, Gonzales fue detenido y forzado a eliminar la mayor parte de su material fotográfico. Sin embargo, las imágenes que logró salvar se convirtieron en la esencia del cortometraje “23”, una composición que es, al mismo tiempo, denuncia y acto de resistencia, que Gonzales también transmuta, gracias a su ars poético.
Modest Mússorgski imaginó “La gran puerta de Kiev” como una construcción majestuosa, un símbolo de fortaleza. Esa puerta nunca existió físicamente, pero en el imaginario ucraniano se ha vuelto real. Tres años después del primer bombardeo, sigue en pie, como sigue en pie la ciudad, como sigue en pie la palabra que denuncia.
“Invasión” es una obra que se suma a esa resistencia. La poesía y el periodismo de Gonzales, junto al trabajo de su equipo internacional de colaboradores, se alzan contra la indiferencia. No es solo un libro, ni solo un documental. Es un recordatorio de que la memoria también puede ser trinchera.
BD/RPU