A raíz de denuncias de comunarios y la convocatoria de la Defensoría del Pueblo, una inspección técnico-ambiental interinstitucional confirmó la contaminación de fuentes de agua en Mina Matilde y zonas cercanas del municipio de Carabuco.
Brújula Digital|23|02|25|
A raíz de denuncias de comunarios y la convocatoria de la Defensoría del Pueblo, una inspección técnico-ambiental interinstitucional confirmó la contaminación de fuentes de agua en Mina Matilde y zonas cercanas del municipio de Carabuco, La Paz.
La visita, llevada a cabo el miércoles 19 de febrero, permitió evidenciar los daños ambientales ocasionados por la actividad minera.
El equipo que llevó a cabo la inspección incluyó representantes de la Defensoría del Pueblo, la Alcaldía de Carabuco, Comibol, la Gobernación de La Paz, la Autoridad Jurisdiccional Administrativa Minera (AJAM), el Ministerio de Minería y Metalurgia y el Ministerio de Medio Ambiente y Aguas.
Los participantes comprobaron que los trabajos mineros afectan ríos, lagunas y vertientes, perjudicando la vegetación, las cosechas y la ganadería de las comunidades locales.
Según informaron los comunarios a la Agencia de Noticias Ambientales (ANA), al menos tres cooperativas operan ilegalmente en la zona: San Vicente, Rincón Saya y Pasto Pampa.
Santiago N., autoridad entre los comunarios del área afectada, denunció a ANA que los mineros han sobrepasado los límites ambientales y operan en muchos casos de manera clandestina.
"La minería no ha sido bien manejada. Los canales abiertos por las minas están secando los bofedales de los que dependemos para el agua", afirmó.
La Ley N° 535 de Minería y Metalurgia prohíbe actividades extractivas en proximidades de fuentes hídricas. Sin embargo, la inspección reveló que en la mina Matilde el flujo de agua de mina se descarga directamente en el río Ichalaya. Además, las piscinas artesanales carecen de impermeabilización y mantenimiento.
En la inspección de la cooperativa Pasto Pampa Kupini RL, los técnicos verificaron que no cuenta con licencia ambiental y descarga aguas contaminadas en bofedales. Estas aguas terminan en el río Ichalaya y desembocan en el lago Titicaca, afectando actividades pesqueras y criaderos de truchas en Chaguaya.
Fernando Claros, representante regional de la Defensoría del Pueblo en El Alto, confirmó que seguirá gestionando la atención a las denuncias.
"Nos preocupa porque es el inicio de una cuenca con numerosos ojos de agua. Vamos a continuar con el seguimiento hasta que se emita una solución definitiva", aseguró.
BD/MS