“Se presentó (el brote) en dos cursos; uno con seis casos y otro con un número similar", dijo Unitel Benjamín Tola, dirigente de la junta escolar,
Un niño con varicela recibe atención médica. Foto: OMS
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Padres de familia de una unidad educativa en la zona 16 de Julio de El Alto detectaron al menos 12 casos sospechosos de varicela entre los estudiantes. Alarmados por la situación, llevaron a sus hijos a centros médicos para realizar las pruebas con el fin de confirmar o descartar la enfermedad.
“Se presentó (el brote) en dos cursos; uno con seis casos y otro con un número similar. En total unos 12 casos. A los padres de familia que llevaron a sus hijos a un centro de salud se les indicó que deben ser aislados por 12 a 15 días. La siguiente semana llegará una brigada de salud para ver a los jóvenes. Nos indican que el principal síntoma es la fiebre", declaró a Unitel Benjamín Tola, dirigente de la junta escolar a Unitel.
Ante esta situación, los padres solicitaron la fumigación del establecimiento educativo. Los estudiantes afectados fueron aislados, y una brigada médica se dirigirá al colegio para evaluar si hay más casos y tomar las medidas pertinentes.
En marzo pasado, el Ministerio de Salud recomendó a los padres acudir a los centros de salud más cercanos en caso de que sus hijos presenten fiebre elevada, síntomas de resfrío y, sobre todo, erupciones en la piel, que son síntomas típicos de la varicela.
La varicela es una infección viral muy contagiosa provocada por el virus varicela zóster (VVZ). Se caracteriza por una erupción vesicular en forma de manchas y ampollas que producen picazón. Esta enfermedad es común entre la población infantil, aunque tiene una variante en adultos, el herpes zóster, que resulta más seria y consiste en la reactivación posterior del virus.
Generalmente, los enfermos no presentan síntomas evidentes antes del brote, que viene acompañado de fiebre, cansancio, dolor de cabeza y falta de apetito. Los síntomas comienzan entre los 10 y 21 días después de la infección. El más característico es la aparición de manchas rojizas y planas que van tomando relieve hasta convertirse en ampollas o vesículas. Estas provocan intenso picor, se rompen con facilidad y forman costras que desaparecen en aproximadamente dos semanas. El proceso se extiende hasta el sexto día de la enfermedad.
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