El padre Eduardo Pérez Iribarne falleció este lunes por la tarde tras una afección pulmonar

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Con profunda tristeza, la comunidad boliviana y la sociedad en general se despiden del Padre Eduardo Pérez Iribarne, un sacerdote y activista comprometido en la defensa de la democracia y los derechos. El sacerdote falleció mientras estaba internado en la Clínica Fides de la ciudad de El Alto tras una afección pulmonar.

La Compañía de Jesús en Bolivia confirmó la información sobre el fallecimiento de Eduardo Pérez. El velorio de sus restos mortales iniciará este martes desde las 8:00 en el Templo del Sagrado Corazón de Jesús, del Colegio San Calixto.

El Padre Eduardo Pérez Iribarne, nacido en 1944 en España y naturalizado boliviano, dedicó su vida a la promoción de la justicia social y la protección de los valores democráticos. Su trayectoria está marcada por una firme convicción en los principios de equidad y libertad, los cuales defendió con valentía durante la época de la dictadura.

La información fue confirmada por el periodista John Arandia quien también trabaja en la emisora. “Lamento, con gran pesar tener que comunicar al país el sensible fallecimiento del Rvdo. Padre Eduardo Pérez Iribarne”, escribió en sus redes sociales. Según datos preliminares, los problemas pulmonares provinieron de tiempo atrás, de una afección que no fue tratada a tiempo; por ello, el sacerdote ya se encontraba en terapia intensiva.

Su llegada a Bolivia se produjo en la década de 1970 y coincidió con un período de dictaduras y represión política en el país. Desde el inicio, Pérez Iribarne se convirtió en una voz destacada en la resistencia contra los regímenes autoritarios, utilizando su posición como sacerdote para alzar la voz en favor de los derechos humanos y la democracia.

En su parroquia y en las comunidades que sirvió, el Padre Pérez Iribarne también se destacó por su trabajo social, promoviendo la educación, la igualdad de oportunidades y el apoyo a los más vulnerables. Su compromiso con el bienestar de los demás reflejaba su creencia de que una verdadera democracia debe ser inclusiva y justa para todos.

A lo largo de su vida, el Padre Eduardo Pérez Iribarne recibió numerosos reconocimientos por su incansable labor en defensa de la democracia y los derechos humanos.

BD/RED