“Así pasen miles de años, no podemos olvidarnos de Chaparina”, afirman dirigentes indígenas

Brújula Digital |26|09|19|

La Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia (Cidob) orgánica, denuncio que luego de ocho años, aún no se establece quienes fueron  los responsables materiales e intelectuales de la represión contra la marcha de indígenas del oriente, el 25 de septiembre de 2011 en Chaparina.

El dirigente de la Cidob, Adolfo Chávez, indicó que no hay ningún responsable dentro del Gobierno, ni el comandante de la Policía, ni siquiera un subalterno, pero para los indígenas está claro que el responsable es Evo Morales y su gabinete.

Aseguró que el gobierno actual actuó con  todo un aparato represor entre miembros del ejército y la Policía boliviana,  para quebrantar la marcha pacífica en defensa del Tipnis y su demanda para que no se construya una carretera por ese territorio.

Chávez espera que la movilización de la X Marcha Indígena de la Chiquitanía que está rumbo a la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, no sufra la misma humillación, como la que ellos tuvieron que vivir en su defensa del Tipnis.

 “Yo creo que esta columna de la Chiquitanía está siendo monitoreada y vigilada por los propios cruceños de Santa Cruz, porque son sus propios hermanos los que están marchando y exigiendo un derecho justo”, sentenció Chávez.

El dirigente de la Cidob lamentó que los gobernantes siempre tilden de política una manifestación de las personas, y que esa actitud debería cambiar y atender sus demandas en el menor tiempo.

Emilio Noza, marchista y expresidente de la Subcentral Sécure, recordó cómo los indígenas del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS) fueron cruelmente reprimidos por los policías. Indicó que las imágenes quedarán grabadas por siempre en su memoria, porque grandes, pequeños, ancianos y mujeres embarazadas tuvieron que atravesar esa dramática situación causada por este Gobierno. Condenó a las acciones de las autoridades nacionales por no identificar al autor.

“Así pasen miles de años, no podemos olvidarnos de Chaparina”, sentenció a la agencia de Noticias Fides (ANF).

Recuerdos

El activista, Pablo Solón, cree que el caso de represión a la VIII marcha de los indígenas del TIPNIS, en 2011, quedará en el olvido por las autoridades.

Casi 10 años después y con excepción del jefe policial Oscar Muñoz, no existe ningún otro detenido por la intervención y represión violenta en Chaparina a la marcha de indígenas que se dirigía a la ciudad de La Paz para exigir respeto a su territorio y que no se construya una carretera a través del Tipnis, señaló el exdirigente y activista del Tipnis Fernando Vargas, al recordar el octavo año de la acción policial determinada por el gobierno de Evo Morales.

José Carlos Gutiérrez, diputado de Unidad Demócrata (UD), consideró que desde el Gobierno no se hizo nada en favor de los indígenas que fueron víctimas de la represión de 2011.

El diputado del Movimiento Al Socialismo (MAS), Edgar Montaño, aseguró que la Justicia retarda la investigación para dar con los responsables de la represión.

En 2011 los pueblos indígenas de tierras bajas y habitantes del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro-Secure (Tipnis) desarrollaron la VIII Gran Marcha Indígena por la defensa del territorio y en rechazo de la construcción de una carretera que pretendía pasar por el corazón de ese lugar.

El 25 de septiembre de ese año, tropas de la Policía ingresaron con gases lacrimógenos al campamento de los indígenas, en Chaparina, y detuvieron a hombres y mujeres con sus niños. Varios de los marchistas fueron golpeados, maniatados y amordazados con cintas de embalaje.

La represión de Chaparina, intento desmovilizar la octava marcha indígena que el 25 de septiembre de 2011 fue gasificada y los indígenas movilizados fueron, golpeados, maniatados y trasladados en buses desde Chaparina hasta Rurrenabaque, Sacha Llorenti era ministro de Gobierno, aseguró que en el suceso se rompió la cadena de mando, justo antes de renunciar y partir hacia Nueva York para asumir el cargo de embajador de Bolivia ante la ONU.