El ministro de Gobierno, Roberto Ríos, aseguró que “no existe confirmación de la presencia de esta organización criminal en nuestro país”. Sin embargo, la autoridad anunció que se solicitarán informes a las autoridades de México y Perú para esclarecer el caso.
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Ante los recientes reportes internacionales que vinculan al Cártel de Jalisco Nueva Generación con un cargamento ilegal de mercurio incautado en el puerto del Callao, Perú, el ministro de Gobierno, Roberto Ríos, aseguró que “no existe confirmación de la presencia de esta organización criminal en nuestro país”. Sin embargo, la autoridad anunció que se solicitarán informes a las autoridades de México y Perú para esclarecer el caso.
Las cuatro toneladas de mercurio fueron decomisadas por la Superintendencia Nacional de Aduanas de Perú en junio pasado. Según la prensa peruana, el metal pesado provenía del estado de Querétaro, México, y tenía como supuesto destino Bolivia. El mercurio estaba oculto en sacos de piedra molida para evadir los controles fronterizos y sería utilizado en actividades de minería ilegal de oro.
“Vamos a pedir las informaciones correspondientes. No podemos emitir mayor criterio sin datos confirmados”, declaró el ministro Ríos, quien aseguró que la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN) ya está coordinando acciones con sus pares de México y Perú.
El operativo en Perú forma parte de una investigación transnacional impulsada por informes de la Agencia de Investigación Ambiental (EIA), que denunció el contrabando de al menos 200 toneladas de mercurio entre 2019 y 2025 desde Querétaro. Según ese informe, el cargamento confiscado en Callao sería parte de una red dirigida por Juan José Zamorano Dávila, un traficante que operaría desde hace más de una década.
La EIA detalla que el mercurio, esencial en el proceso de separación del oro, es ingresado de forma clandestina a países como Colombia, Perú y Bolivia, disfrazado como material de construcción. Se estima que esta operación habría contribuido a generar hasta 8.000 millones de dólares en oro ilegal.
El ministro Ríos indicó que las autoridades bolivianas investigan si el país era efectivamente el destino final del mercurio incautado y, de ser así, cuál era su objetivo específico y si existe algún vínculo con organizaciones criminales. “Solo con información precisa podremos determinar si hay alguna conexión con grupos que operan en territorio nacional”, puntualizó.
BD/RED