Colegas y familiares recuerdan un año del doloroso fallecimiento del periodista Cándido Tancara

Brújula Digital|28|06|25|

Hace exactamente un año, el periodismo boliviano perdió a una de sus voces más apreciadas, Cándido Tancara Castillo. Editor en Brújula Digital y con una larga trayectoria en medios escritos, falleció sorpresivamente a causa de un infarto, dejando una profunda huella entre sus colegas, amigos y familiares.

Este sábado sus colegas y familiares más cercanos han vuelto a recordarlo.

El deceso ocurrió en la mañana del 28 de junio de 2024, cerca de las 11:00, en su departamento. Esa misma tarde, su velatorio tuvo lugar en el salón Santa María de la avenida Busch, donde acudieron colegas, amigos y seres queridos a rendirle homenaje.

Tancara estaba casado con Edith y era padre de Luis Pablo y Alejandra, ambos jóvenes profesionales. Su familia fue siempre su prioridad, algo que destacaban quienes lo conocieron de cerca. En vida, solía decir que prefería mil veces una comida casera a salir a un restaurante, y veía en la mesa un espacio para el encuentro y la reconciliación.

El impacto de su muerte se reflejó inmediatamente en redes sociales y en los grupos internos de comunicación de medios como Brújula Digital, donde colegas compartieron mensajes de pesar, anécdotas y recuerdos cargados de afecto.

Nacido en La Paz en 1965, Cándido fue licenciado en Comunicación Social por la Universidad Católica Boliviana, y continuó su formación en la Pontificia Universidad Católica de Chile y la Universidad Mayor de San Andrés.

Su carrera profesional comenzó en el diario Presencia, donde enfrentó uno de sus mayores retos: pensar en aymara y escribir en español. Lejos de rendirse, trabajó con disciplina para superar esa barrera lingüística. “La lengua madre está en la sangre”, reflexionó en una crónica incluida en el libro Periodistas de Tomo y Lomo.

Fue redactor, editor y más tarde jefe de redacción en varios medios influyentes como La Razón y Página Siete, hasta convertirse en cofundador de Brújula Digital junto a Raúl Peñaranda. También ocupó cargos en el sector público, entre ellos el de director de Comunicación de la Alcaldía de La Paz.

Tancara era reconocido no solo por su rigor periodístico, sino también por su calidez humana, compañerismo y pasión por el baloncesto, disciplina que practicó en sus años universitarios y que, según contaba, le ayudó a pagar sus estudios.

El sábado de su fallecimiento editó su última nota periodística, fiel a su vocación hasta el final. Un año después, colegas y familiares lo recuerdan no solo por su talento y dedicación, sino también por su humanidad, su esfuerzo incansable y su cariño por los suyos.

BD/RPU