Una tragedia conmocionó este miércoles al municipio de Uncía, en el departamento de Potosí, donde cinco estudiantes fallecieron y ocho resultaron heridos tras incendiarse un bus escolar que operaba de manera ilegal utilizando una garrafa de Gas Licuado de Petróleo (GLP) como combustible
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Una tragedia conmocionó este miércoles al municipio de Uncía, en el departamento de Potosí, donde cinco estudiantes fallecieron y ocho resultaron heridos tras incendiarse un bus escolar que operaba de manera ilegal utilizando una garrafa de Gas Licuado de Petróleo (GLP) como combustible. El hecho ocurrió a las 15:00 en inmediaciones de la Diagonal Jaime Mendoza.
De acuerdo con información proporcionada por el vocero del Comando Departamental de la Policía de Potosí, el siniestro se registró cuando el vehículo, identificado con el nombre de la unidad educativa Lagunillas, se encontraba estacionado frente a la institución educativa. Al parecer, una fuga en la garrafa de GLP instalada de forma improvisada produjo un incendio repentino que atrapó a los adolescentes en su interior.
En el momento del siniestro, 13 estudiantes —entre varones y mujeres de entre 12 y 17 años— se encontraban a bordo del motorizado, esperando ser trasladados a sus domicilios en la comunidad de Lagunillas, ubicada a 40 kilómetros de Uncía. Ocho de ellos lograron escapar por las ventanas del bus y fueron trasladados de inmediato al hospital de Uncía. Debido a la gravedad de sus quemaduras y lesiones, siete de los heridos fueron posteriormente derivados a un centro médico en la ciudad de Oruro.
Lamentablemente, cinco adolescentes no lograron salir del vehículo dentro del motorizado. Los cuerpos de las víctimas fueron llevados a la morgue local, donde un equipo multidisciplinario realiza las pericias correspondientes.
El conductor del bus, identificado como Román Ignacio Apaza, de 53 años, fue aprehendido por la Policía y se encuentra en celdas policiales a la espera de brindar su declaración informativa. Se le atribuye responsabilidad por habilitar un sistema de combustible no autorizado y sumamente peligroso, que derivó en esta tragedia.
Desde la Policía Departamental se advirtió que es ilegal y extremadamente riesgoso que vehículos de transporte público o escolar utilicen garrafas de GLP como combustible, dado que lo permitido en Bolivia para motorizados es gasolina o Gas Natural Vehicular (GNV).
BD/RED