"Le dije a mi esposo: ‘Levántate, se está cayendo el cerro’, pero él me dijo: ‘No se va a caer, ahí se va a detener’", relata entre sollozos la vecina de Codavisa cuya casa quedó en escombros.
Brújula Digital|11|03|25|
Yenny Sacaca no deja de llorar al recordar lo ocurrido en Codavida este lunes. Al principio, pensó que el fuerte ruido en uno de los cerros era un desprendimiento más de rocas, como los que su familia ya había escuchado antes. Sin embargo, el estruendo se intensificó. Ella y sus seres queridos apenas lograron salir de casa antes de que el movimiento de tierra la derrumbara.
"Le dije a mi esposo: ‘Levántate, se está cayendo el cerro’, pero él me dijo: ‘No se va a caer, ahí se va a detener’", relata entre sollozos.
La casa de Yenny, de tres pisos, quedó completamente destruida. "Escuché un fuerte ruido y vi cómo el polvo lo cubría todo", recuerda.
"Cada vez que caía la tierra, sonaba como un tornado". Logró despertar a sus hijos y nietos, quienes dormían en la parte trasera de la vivienda. "Corrimos de un lado a otro sin saber a dónde ir", cuenta.
Este lunes, un talud cayó en Codavisa, cerca de Chasquipampa, en la zona sur de la ciudad de La Paz. El movimiento masivo de tierra afectó unas cinco hectáreas. Hay casas desplomadas y otras con serios daños estructurales.
Clamor por ayuda
La Alcaldía de La Paz, la Policía y el Viceministerio de Defensa Civil enviaron personal mientras los damnificados continúan clamando por ayuda.
"Pedimos maquinarias para rescatar algo, aunque sea las garrafas", suplica Yenni,
El hermano de uno de los afectados, Ángel Chambi, pide apoyo al Gobierno central.
"No creo que el alcalde (de La Paz) Iván Arias nos solucione esto, necesitamos ayuda urgente", afirma.
Chambi cobija en su casa a su hermano y a su familia, aunque indica que no hay espacio suficiente en la vivienda.
"Están mojados, sus ropas siguen empapadas y están aterrorizados", relata. También denuncia la falta de atención médica: "Ni un enfermero ha venido a revisar a los afectados", aunque la Alcaldía paceña informó que desplegó brigadas de salud.
Según Chambi, la gente se salvó por milagro. "A picotazos, los vecinos lograron romper un garaje y así escaparon antes del colapso", dice.
Ahora, la familia de su hermano lo ha perdido todo. "Apenas construyeron su casita con tanto sacrificio", lamenta.
La Alcaldía autorizó este martes a los damnificados ingresar a las viviendas para retirar sus pertenencias. El lunes, varias personas rebasaron el control y, pese al riesgo de derrumbe, entraron a sus casas para salvar lo que pudieron.
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