La región “puede y debe hacer frente a sus desafíos y pasar a la vanguardia de la alimentación y de la agricultura mundial. La seguridad alimentaria del mundo lo requiere”, dijo ante la conferencia Qu Dongyu, director general de la FAO.
Un consumidor compra vegetales en un mercado de Santiago de Chile. Foto: Max Valencia/FAO
Quito, Ecuador (IPS)
Construir sistemas agroalimentarios sostenibles, sociedades rurales prósperas e inclusivas, y contar con una agricultura sostenible y resiliente, son las prioridades acordadas por la 37 Conferencia Regional de la FAO para América Latina y el Caribe, la cual concluyó este viernes 1 en esta capital.
La región “puede y debe hacer frente a sus desafíos y pasar a la vanguardia de la alimentación y de la agricultura mundial. La seguridad alimentaria del mundo lo requiere”, dijo ante la conferencia Qu Dongyu, director general de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura).
Agregó que “la mejor manera de hacer esto es transformando sus sistemas agroalimentarios para que sean más eficientes, inclusivos, resilientes y sostenibles”.
En la conferencia, que fijó las prioridades que orientarán las labores de la FAO en la región durante los próximos dos años, participaron el presidente ecuatoriano Guillermo Lasso y su vicepresidente Alfredo Borrero, el primer ministro haitiano Ariel Henry, y 41 ministros y 23 viceministros de Estado de toda la región.
La conferencia estableció como primer objetivo construir sistemas agroalimentarios sostenibles para garantizar dietas saludables para los 650 millones de latinoamericanos y caribeños.
“En América Latina y el Caribe no hay hambre por falta de comida. No hay hambre porque los agricultores no hagan su tarea. La hay porque existe demasiada desigualdad y pobreza”, dijo Julio Berdegué.
Al respecto, la FAO destacó ayudará a los países a asegurar el acceso físico y económico a alimentos inocuos y nutritivos, y a impulsar dietas saludables, y políticas y programas, para apoyar a 104 millones de personas con obesidad y a 60 millones de personas que viven con hambre en la región.
“En América Latina y el Caribe no hay hambre por falta de comida. No hay hambre porque los agricultores no hagan su tarea. La hay porque existe demasiada desigualdad y pobreza”, dijo el representante regional de la FAO, Julio Berdegué.
Como segunda prioridad se estableció el impulso a sociedades rurales prósperas e inclusivas, pues “la mitad de la población que vive en los campos de América Latina y el Caribe es pobre y una de cada cuatro personas vive en extrema pobreza”.
Más aún, 82 % de quienes trabajan en la agricultura y en la pesca lo hacen en condiciones de informalidad, destacó el funcionario.
Luego, se estableció la necesidad de contar con una agricultura resiliente y adaptada al cambio climático.
“Estamos fuertemente comprometidos con detener la deforestación, promover la ganadería sostenible y baja en emisiones (de gases de efecto invernadero, como el metano y el dióxido de carbono), e impulsar la recarbonización de los suelos y la recuperación de agroecosistemas degradados” dijo Berdegué.
Esa lista de prioridades tiene como requisito la innovación, pues, dijo Berdegué, “nuestro compromiso es que cada iniciativa regional de la FAO sea un motor de innovaciones, y que cada proyecto sea una experiencia de digitalización, absolutamente necesaria en los sistemas agroalimentarios y las sociedades rurales”.
Qu dijo a los participantes que “sus prioridades regionales son las raíces que arraigarán profundamente el Marco Estratégico de la FAO 2022-2031 en los suelos fértiles de esta maravillosa tierra. Son ustedes quienes deben asumir el liderazgo”.
En la conferencia participaron 586 personas, incluidos miembros del sector privado, la academia, la sociedad civil y el sistema de Naciones Unidas, y 34 000 personas siguieron sus transmisiones.
Los 33 países miembros eligieron a Guyana como sede de la próxima conferencia regional, que tendrá lugar en 2024.
IPS