Brújula Digital |19|11|21|
Sesenta jóvenes bolivianos y de cuatro universidades el país ganaron el máximo galardón internacional, la medalla de oro en el concurso internacional de Máquinas de Ingeniería Genética (iGEM). Vencieron a 340 equipos de más de 40 países. Construyeron un biosensor portátil automático para la detección de arsénico en aguas, que indica el grado de contaminación que tiene un cuerpo de agua natural o artificial.
“Se logró la medalla de oro en la competencia general y complementariamente se obtuvo dos premios especiales: Mejor Prácticas Humanas Integradas e Inclusividad. El primero se refiere a que el equipo aprendió a divulgar y comunicar con la sociedad sobre su proyecto; y el segundo premio, fue novedoso para ellos al ser más de seis videos educativos en idiomas aymara, quechua y guaraní”, dijo Cecilia Gonzalez, especialista en biotecnología y cofundadora de iGEM Bolivia.
Tania Pozzo, también cofundadora de iGEM Bolivia, especialista en la rama y que radica en Suecia, explicó que “para un país es muy importante tener una representación en este tipo de competencia internacional para destacar como país. Lo que se espera es establecer las bases en biología sintética con el objetivo de que las nuevas generaciones de jóvenes bolivianos tengan el acceso a hacer ciencia en Bolivia resolviendo problemas que la sociedad boliviana confronta”.
El equipo boliviano se conformó por más de 60 estudiantes de La Paz, Cochabamba, Santa Cruz y Chuquisaca, bajo la dirección de Pozzo y Gónzalez, ambas biotecnólogas y con el apoyo de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) en La Paz, Universidad Franz Tamayo (Unifranz) en Cochabamba, Universidad Católica Boliviana San Pablo (UCB) en Santa Cruz y la Universidad Mayor Real y Pontificia de San Francisco Xavier de Chuquisaca (Umrpsfxch) en Sucre, además, de las empresas Añaki, Laboratorios Bagó, Integrated DNA Technologies – IDT y Zymo Research, las dos últimas, extranjeras.
Detención de arsénico
“Como la lectura de este biosensor es compleja, trabajaron con el apoyo de miembros del equipo de robótica en Sucre y generaron un dispositivo, capaz de leer el biosensor y brindar datos sobre la contaminación con arsénico de manera precisa y más accesible en costo a investigadores o entidades encargadas de estos análisis. Por el tema de la pandemia, el equipo aún no ha podido completar el trabajo de laboratorio, pero el dispositivo lector ya está listo para ser probado”, dijo Gonzalez.
El arsénico y las altas concentraciones de metales pueden afectar la calidad de los suelos, ríos, acuíferos circundantes y el material abandonado a lo largo de estos ríos de antiguas operaciones mineras. Las características geológicas del altiplano boliviano influyen en la composición fisicoquímica del agua, resultando en la acumulación de azufre, boro, arsénico y otros. De esta manera, diferentes poblaciones humanas en Bolivia están expuestas al arsénico provocando trastornos neurológicos, enfermedades respiratorias y cardiovasculares, ya que estos metales alteran la función metabólica y bioquímica normal del ser humano.
La inscripción cuesta 3.500 dólares, monto que fue reunido durante casi dos años. “La competencia tiene bastantes obstáculos, entre los cuales se puede mencionar el costo monetario, la inscripción son más de 3.50 dólares y que al grupo de iGEM Bolivia nos ha tocado reunir durante casi dos años. Luego los reactivos para laboratorio tampoco son baratos y cualquier pequeña actividad en laboratorio tenía un costo adicional, entonces estas son algunas de las dificultades que tuvimos que atravesar”, explicó Alejandra Guzmán, integrante del equipo en competencia.
Claire Montaño dijo que representar a Bolivia la llenó de orgullo. “No hay palabras que pueda decir ahora sin llorar. Desde un inicio, yo sabía que íbamos a representar a Bolivia en esta competencia iGEM, ya que somos el primer equipo en participar y suena como un sueño. Yo estaba entre los estudiantes que defendían el trabajo en inglés y estaba muy nerviosa, al final todo salió muy bien, mis compañeros respondieron muy bien las preguntas y los jurados fueron muy amables”, finalizó.