Perú tiene más de 1,2 millones de infectados y casi 44.000 muertos. En ese contexto se da la denuncia de que varios altos funcionarios abusaron de un ensayo clínico para vacunarse contra el Covid.
El escándalo ha provocado dimisiones y se han puesto en marcha investigaciones.
Con más de 1,24 millones de infectados y casi 44.000 muertos, Perú es uno de los países de América Latina más afectados por la pandemia.
En ese contexto, la denuncia de que varios altos funcionarios de gobierno abusaron de un ensayo clínico para vacunarse contra el coronavirus mucho antes que la mayoría de la población ha generado una ola de malestar.
El presidente Francisco Sagasti dijo este lunes estar "indignado y "furioso", dos adjetivos que resumen el sentir general de la población, y responsabilizó enteramente de la situación a su predecesor Martín Vizcarra, uno de los señalados.
Te presentamos las claves para entender el escándalo que ha sido bautizado como vacunagate.
El caso estalló el miércoles de la semana pasada, cuando se reveló que el expresidente Martín Vizcarra había recibido dos dosis de la vacuna contra la covid-19 de la empresa china Sinopharm en octubre, cuando aún estaba al frente del gobierno y se estaba llevando a cabo el estudio clínico de la misma en el país.
Lo que en un principio parecía una cuestión que afectaría solo al gobierno saliente, pronto salpicó al gobierno interino de Francisco Sagasti.
Desde el principio, el presidente Sagasti manifestó su "indignación" por el caso y ordenó que todos los funcionarios del gobierno que participaron en esta vacunación quedaran "afuera" de sus funciones en el Estado.
La primera en irse fue la ministra de Salud Mazzetti, quien dimitió el pasado viernes, aunque los detalles de su renuncia no se confirmaron hasta el lunes siguiente.
El domingo fue el turno de la canciller Astete, quien dimitió tras reconocer que había recibido la vacuna el 22 de enero, antes de que iniciara la campaña de inmunización general.
También lo admitieron y renunciaron a su cargo los ahora exviceministros de Salud Luis Suárez y Víctor Bocangel.
Este lunes se hizo pública la lista de los 487 inoculados, donde aparece como "invitado" Vizcarra y, registrados como "entorno cercano", figuran los nombres de su esposa y su hermano.
Entre los cientos de vacunados, además de las ministras Manzzeti y Astete, hay otros altos cargos del Ministerio de Salud y de la Cancillería.
Y también figuras como el médico de cabecera de Alberto Fujimori, Antonio Aguinaga, el nuncio apostólico Nicola Girasoli, el esposo de una congresista, el chófer de la exministra Mazzetti, los rectores de las universidades San Marcos y Cayetano Heredia, además de familiares de los médicos que participaban en el ensayo clínico, personal del estudio, entre otros.
Todos ellos recibieron la vacuna meses antes que la mayoría de los peruanos.
De hecho, todavía no se sabe cuándo se empezará a inmunizar al grueso de la población, si bien los trabajadores de la salud que están en la primera línea de combate al virus empezaron a ser vacunados a partir del 8 de febrero.
En un principio Vizcarra sostuvo que él fue "voluntario" en la fase tres de los ensayos clínicos de la vacuna de Sinopharm, que fue autorizada en agosto del año pasado.
Las primeras dosis de la vacuna llegaron formalmente al país a principios de septiembre y, con la participación de casi 12.000 voluntarios, ese mismo mes se iniciaron los estudios en la Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH) y la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM).
Sin embargo, los responsables del ensayo lo niegan.
El martes, ante la Comisión de Fiscalización del Congreso, Germán Málaga, investigador y médico de la UPCH y jefe de los ensayos,dijo que fue el propio Vizcarra quién le solicitó la vacuna y que les inocularon a su mujer y a él mismo el 2 de octubre en el Palacio de Gobierno.
"Sabía que era una vacuna de etiqueta abierta, que tenía componente activo y que no había recibido placebo", declaró.
"Fuimos (con una enfermera) lo vacunamos a él y a su señora esposa. En ese momento sinceramente no me pareció un acto fuera de contexto. Era el presidente de la república y no pensé en ningún aspecto legal, ni político", agregó.
Como había explicado la Universidad Peruana Cayetano Heredia en un comunicado publicado durante el fin de semana, en el protocolo del ensayo se establece el envío de 3.200 dosis adicionales, "para ser administradas voluntariamente al equipo de investigación y personal relacionado al estudio".
Y según aclaró Malaga en su comparecencia, de ellas 1.500 se debían entregar 1.500 a la Embajada de China y el resto fueron administradas a personal del ensayo clínico y otras a "invitados", "consultores" y "relacionados".
"Quizá hubo excesiva amplitud en el término personal relacionado", manifestó, y explicó que él no seleccionó a los funcionarios de los ministerios que recibían las vacunas, sino que había un "oficial de enlace" con ese fin.
El Congreso nombró la noche del martes una comisión investigadora para determinar las responsabilidades de las vacunaciones ajenas a las buenas prácticas nacionales e internacionales de los ensayos clínicos.
Por su parte, la Fiscalía inició una pesquisa preliminar contra Vizcarra por la presunta comisión de delitos contra la administración pública, colusión y negociación incompatible o aprovechamiento del cargo.
Estas investigaciones todavía podrían provocar más renuncias, pero su impacto podría ir mucho más allá del actual gobierno, por más que el presidente Sagasti dijera confiar en que lo ocurrido no afecte "el proceso de conseguir las vacunas para nuestro país".
Más aún teniendo en cuenta que los peruanos acudirán a las urnas el 11 de abril para elegir nuevo presidente.