Uruguay pone a la venta los despojos de los soldados españoles naufragados en el navío Salvador

ABC.ES    |03|06|20|Jesús García

Este diario lleva seis años alertando de la triste situación del navío Salvador, un buque militar que se hundió en agosto de 1812 con el batallón de la Albuera a bordo, a menos de 250 metros de la playa de Punta del Este. A menos de 10 metros de profundidad, los cazatesoros han buceado durante años junto a los despojos de soldados, hoy esqueletos con el uniforme puesto, que conservan partes blandas inexplicablemente, y se podrían enterrar, o incluso identificar.

No se han rendido honores a esos soldados naufragados en medio de la época de emancipaciones americanas pero 208 años después sus armas y efectos personales serán vendidos por el Ministerio de Defensa uruguayo -sin que sepamos que España haya tomado cartas en el asunto- a unos cazatesoros que los pondrán a disposición del mejor postor. Por supuesto no se ha hecho una excavación arqueológica ni se han organizado homenajes en su honor. Varados a pocos metros de la playa, casi 400 cadáveres esperan ahí a que se cometa esa ignominia a su memoria.

Los descendientes de Héctor Bado llegaron a un acuerdo en 2018 con el Ministerio de Defensa de Uruguay para el reparto de los hallazgos del Salvador y del Agamemnon, buque inglés naufragado en la zona en 1809 y que participó en la batalla de Trafalgar. El abogado de los cazatesoros se llama, convenientemente, Ciro Tesouro.

Equipos arqueológicos de Defensa, en continua tensión con los arqueólogos académicos de Uruguay, tomaron las competencias en la zona para terminar con el conflicto judicial del Estado con los cazatesoros citados. La solución, el reparto, es la peor de todas. Defensa salvó el cañón extraído del Agamemnon en 2014 pero ha tenido que ceder en el lote un sello de Nelson y los ajuares de los soldados españoles del Salvador, expoliados sin cuidado del yacimiento, en contra de los estándares internacionales de la gestión cultural y la arqueología que la Unesco promueve y España debería haber defendido. Sorprendentemente no lo ha hecho.

Calavera de uno de los soldados españoles olvidados frente a Playa del este - ABC