Está ubicado a tres horas del centro paceño y para llegar al lugar hay que pasar por faltas del nevado Huayna Potosí.
La iglesia colonial Santa María Asunta de Cañaviri. Foto: GAMLP
Brújula Digital|17|12|19|
La iglesia colonial Santa María Asunta de Cañaviri reabrió sus puertas luego de seis semanas de restauración que hicieron alumnos de Escuela Taller de Restauración.
La comunidad de Cañaviri se encuentra en el macrodistrito de Zongo, a tres horas de La Paz. Para llegar al valle paceño se debe pasar por las faldas del nevado Huayna Potosí, la ruta turística es una opción cercana a la urbe.
Al llegar a la comunidad de aire cálido y verduzco paisaje, se destaca en medio del pueblo la iglesia colonial construida en el siglo XVII con un techo de paja y muros de piedra.
En el trabajo se priorizó la conservación de la fisonomía de la construcción, según un boletín de prensa de la Secretaría Municipal de Culturas.
De la misma forma, en la comunidad se estrenó la plaza central con jardines y un escenario para actividades sociales y recreativas.
“No teníamos dónde reunirnos en las festividades. Siempre soñamos con pasar el desfile de la escuelita por nuestra plaza central. Ahora podemos hacerlo”, comentó el secretario general de la comunidad, Anastasio Poma.
“Este trabajo se hizo de manera coordinada con la Subalcaldía de Zongo, con la idea de conservar nuestro patrimonio. Hay que recalcar que se construyó de a poco. Fueron cuatro años que duraron los trabajos de la plaza, se amplió el puente a través de un trabajo vecinal y se restauró la iglesia con la Escuela Taller.
Seguiremos trabajando en Cañaviri, en la torre de la capilla y en otras mejoras”, dijo el secretario municipal de Culturas, Andrés Zaratti, en la inauguración de la plaza central y de la restauración del templo.
La inversión llegó a Bs 35.000 para la iglesia y Bs 450.000 en la plaza, ambas con un aporte del GAMLP, la Secretaría Municipal de Culturas, la comunidad y la Subalcaldía de Zongo. “Fue un trabajo coordinado.
La comunidad también participó. Apoyaron con víveres para los chicos y como pudieron”, añadió el director de la Escuela Taller de La Paz, Rolando Saravia.
Los más de 10 estudiantes paceños realizaron el trabajo durante seis semanas. En la iglesia se trabajó en evitar el escurrimiento de agua y en la mejora de zócalos, vigas, puertas, muros, marcos, ventanas e iluminación, entre otros.