Guto Ajayu, creador del Arte Andino Pop, cosecha triunfos en Europa

Brújula Digital |21|08|19|

Claudia Escobar

Augusto Mendoza Mendieta (27) es conocido en el mundo artístico por su pseudónimo Guto Ajayu, particularmente en redes sociales. Además, de todos los exponentes del arte a nivel internacional, es un joven boliviano y paceño que se encuentra cosechando triunfos en su caminar por tierras europeas.

Hace dos años Augusto decidió emprender un viaje para encontrarse con la realidad que, a través de sus pinturas, hoy, se puede retratar. Empezó de cero, se abrió paso entre un círculo de artistas y galeristas, en un contexto que día a día se transforma, lejos de su familia y sus amigos.

El artista capitalista

En su paso por el viejo mundo, vivió durante ocho meses en París, Francia, y hace dos años y medio reside en Madrid, España, lugares a los que sus pinturas lo llevaron y le permitieron conocer a artistas y galeristas reconocidos, quienes le brindaron el respaldo para mostrar su arte. Guto se declara un capitalista neto, cree que a partir del trabajo constante, la innovación y la producción, se puede consagrar un mayor desarrollo en todas las esferas.

La pintura lo enamoró desde su niñez, esto le llevó a estudiar la carrera de Bellas Artes en la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), para posteriormente convertirse en un pintor profesional que día tras día busca superarse a sí mismo. “Mis metas desde pequeño siempre fueron altas. Creo firmemente que si un artista quiere triunfar debe tener una mentalidad de acero, disciplina y seriedad. Es necesario ver al arte como un negocio, lo que no es malo, si lo que se pretende es triunfar”, asevera.

Arte con irreverencia, ironía y cinismo

Mientras responde las preguntas, su estilo parece peculiar, no es casualidad que la filosofía que lleva en su arte esté plagada de ironía, irreverencia y cinismo -quizá por ese tinte único, agentes de arte lo hayan fichado-. A pesar de estar en una ciudad en la que cada día el cambio es necesario, Guto lleva consigo la esencia de la cultura andina y tiene como referentes bolivianos top al pintor Mamani Mamani y al arquitecto Freddy Mamani.

Investigo algo más de él y de su obra y obtengo un dato peculiar: siempre lleva un traje elegante hasta para pintar, lo que me demuestra que un artista, incluso en el rincón en el que salpica la pintura, no debe perder el matiz de su elegancia.

Por ello, cada una de sus obras artísticas no debe quedar exenta de semejante elegancia, dando paso también a un destello de alegría mezclada con rebeldía. La combinación entre símbolos precolombinos y elementos del Street Art y el Pop Art son fundamentales en el proceso de creación de este artista, quien es conocido como el creador del Arte Andino Pop.

Presencia en exposiciones 

En dos años Augusto ha logrado ser parte de cinco exposiciones colectivas en México y España; ser finalista en una serie de concursos europeos; participar en una muestra individual en el exclusivo salón del restaurante Ramses, diseñado por Phillip Stark –el mejor diseñador del mundo– para el entrevistado; y tener una muestra individual en la galería Yuri López Kullins.

Ahora se prepara para otra muestra individual, a realizarse en noviembre próximo en la galería Poparte, ubicada en el exclusivo barrio de Salamanca de la capital española, donde presentará 45 piezas inéditas trabajadas desde 2018. Con el fin de crear obra y visitar a su familia, llegará a Bolivia en febrero de 2020.

Ser famoso es cosa seria

El éxito es una fijación del entrevistado, y la fama, un ingrediente suculento que se disfruta de a poco. Estar en el mundo artístico le ha permitido conocer a personajes reconocidos como: Manuel Mendoza, Concha Aizpuru, Álvaro Alcázar, Mario Vaquerizo y Topacio Fresh, entre otros.

España lo ha acogido, y Guto Ajayu, como marca, ha empezado a ser reconocida. La fama llega, pero ésta no se obtiene tronando los dedos; el arduo trabajo bajo la luz de la lámpara, la responsabilidad y el sacrificio que amerita postergar salidas entre amigos, son acciones que moldean situaciones y concretan resultados.

“El arte es un mundo sin piedad, por ello se debe ser implacable y tener determinación, las excusas son para los débiles”, asegura Mendoza, quien conoce de cerca sus sueños y durante años ha trabajado por cumplir sus metas. Lo demuestra ahora, al salir de su hábitat para estampar su sello lejos de una ciudad situada a 3650 m.s.n.m., mejor conocida como La Paz.