Un grupo de nueve estudiantes de gastronomía y por turnos prepara diariamente 600 platos para los afectados. Las donaciones no paran. En la Cancha Fígaro, también hay voluntarios que apoyan a niños de los padres que quedaron sin techo.
Voluntarias del Cefim cocinan para los damnificados. Foto: Brújula Digital
Maité Lemus
Brújula Digital |11|05|19|
Voluntarios los hay de todo en los campamentos donde conviven los damnificados por el deslizamiento de San Jorge Kantutani, ocurrido el último día de abril. Posiblemente la alimentación es una de las preocupaciones centrales para centenares de personas que quedaron sin techo. En respuesta a ella, como soldados y por turnos, estudiantes del Instituto Técnico sobre Administración de Servicios Gastronómicos (Cefim) cocinan los platos más exquisitos, con el apoyo de nutricionistas.
Las y los voluntarios de Cefim son de primer, segundo y tercer año, nueve estudiantes que se turnan por día. María Fernanda Mamani, voluntaria desde el 8 de mayo, contó a Brújula Digital que se van a quedar como voluntarias hasta que los requieran los afectados. “Estamos viniendo a ayudar a cocinar para los damnificados, nos han convocado porque no había personas que cocinan y faltaba ayuda en la cocina”, dijo.
Relató que llegan los nueve del turno a las ocho de la mañana a la Cancha Fígaro y después de preparar y servir el almuerzo se retiran a las 14:00. “En la tardes tenemos clases”, añadió. Las voluntarias tienen previsto preparar diariamente alrededor de 600 platos. “Estamos descongelando las carnes (pollo alrededor de las 08:30); haremos más o menos seiscientos platos de chicharrón de pollo”, dijo la voluntaria. Otra de las voluntarias del grupo, ante el deslizamiento, dijo: “Siempre hay que ayudar, tenemos ese corazón voluntario”.
A este grupo de noveles de chef, se sumó una estudiante de Nutrición de la UMSA, Natalia Ayaviri: mencionó que el Ministerio de Salud ha convocado a estudiantes de la Carrera de Nutrición de su universidad para que trabajen de voluntarios al campamento. “Somos 30 estudiantes asistiendo desde el pasado 8 de mayo”, añadió.
Gabriela Lavadence, también estudiante de Nutrición, contó que junto a sus compañeras colaboran desde las ocho de la mañana hasta la hora que se requiera en el área de la preparación de alimentos y nutrición. “Realizamos el inventario y selección de alimentos vencidos; han llegado muchos alimentos vencidos, el 80% del subsidio vencido”, mencionó Lavadence.
Donaciones y donaciones
El presidente de Cruz Roja Boliviana Filial La Paz, Reynaldo Ayala, destacó el apoyo solidario que a su juicio es bastante grande. “Llegan donaciones de instituciones privadas, públicas del Estado y personas particulares, en cantidades increíbles; el apoyo solidario que recibimos es muy grande”, dijo.
Sin embargo, continuó, hay cosas seleccionadas no utilizables, que se desechan. Ayala dijo que ya no se necesita ropa y pidió a la población la donación de distintos objetos para los afectados. “Si es que la gente podría traer nylon de dos metros de ancho; necesitamos por lo menos 1.000 metros de nylon para las carpas porque los damnificados se quejaron que entra agua por la lluvia”, mencionó.
En cuanto al número de voluntarios, Ayala dijo que son 75 y se distribuyen en tres horarios para ayudar en todos los requerimientos.
Apoyo multidisciplinario
El coordinador departamental del Centro de Apoyo Integral Pedagógico (Caips), una unidad del Ministerio de Educación, Porfirio Caricampo, dijo a Brújula Digital que sus colegas ayudan a los estudiantes hijos de los damnificados a hacer sus tareas. “Estamos apoyándolos como equipo multidisciplinario, conformado por maestros de nivel inicial, primaria y secundaria, además de pedagogos, a los niños que han sido afectados”.
Caricampo explicó que el apoyo escolar consiste en la lectura, luego tienen un espacio de computación con juegos y programas, posteriormente realizan juegos en el área de recreación. Además de brindar este tipo de apoyo a los niños escolares, continuó, también brindan su apoyo a los pequeños de dos a tres años en las carpas, en el área de motricidad.
El personal del Ministerio de Educación está presente en la Cancha Fígaro todos los días, desde las ocho hasta las seis de la tarde y dijeron que van a continuar con este apoyo hasta que se arregle la situación de los afectados.
“Los niños que están afectados emocionalmente y no asisten a la escuela, vienen a una carpa y tiempo completo; los apoyamos y los que van a la escuela en la mañana, vienen en la tarde o viceversa y todos han mostrado una mejora, además que les brindamos material escolar a cada uno de los niños”, dijo Caricampo.
Esparcimiento de los niños
Aldeas Infantiles Sos también está presente en el lugar. Mery Antonia, asesora familiar de desarrollo de la entidad que cuida de niños huérfanos, dijo que ellos están apoyando a los damnificados en coordinación con el municipio paceño. ¿Cómo y en qué? “Generamos espacios lúdicos para el esparcimiento con los niños y niñas damnificadas, mientras sus padres están realizando otras actividades; estamos coadyuvando a ellos con actividades lúdicas, de juego, para ver está recuperación psicoafectiva que tienen por lo sucedido”, subrayó.
Esta organización está desde el 6 de mayo a partir de las nueve de la mañana hasta las 12:00 y también en la tarde, en horas de oficina; allí se aproximan 10 niños en diferentes horarios y se divierten dibujando. “Es importante el apoyo en todos los espacios que demandan los niños”, añadió.
Otro de los beneficios que tienen los afectados, que no tienen seguro médico, es la atención en salud. Los damnificados, se lee en los carteles, se pueden inscribir sólo presentando su carnet de identidad al Sistema Único de Salud (SUS) en el mismo lugar.
Las donaciones no paran
Brújula Digital, que estuvo en la Cancha Fígaro, pudo observar que mientras los voluntarios de distintas instituciones realizaban sus actividades dentro su competencia, los damnificados armaron una cadena entre todos y ayudaron a pasar los paquetes de agua Villa Santa, donados por La Cascada, que llegaron en un camión.
Una de las damnificadas mientras ayudaba dijo con mucho entusiasmo “estamos muy agradecidos por todas las donaciones que hacen llegar las distintas empresas o de manera particular al lugar”.