Marco convenció a Alessio de seguir sus pasos, dejar todo atrás e intentar hacer fortuna en el nuevo mundo. El éxito ha sido el premio a su audacia.
Marco y Alessio Alba son los propietarios del Fellini.
Marco y Alessio Alba no podían imaginarse hace una década que cerrarían su restaurante en la hermosa Vicenza, cerca de Venecia, en Italia, para cruzar medio mundo e instalarse en el barrio de San Miguel de La Paz. Ambos son chefs y administradores gastronómicos.
Los hermanos gemelos tenían éxito en su ciudad natal, pero no contaban con la astucia de Marco, que conoció a una boliviana que se convirtió en la mujer de su vida. Se casaron y decidieron residir en La Paz. El hogar creció hasta tener tres preciosas hijas. Luego, Marco convenció a Alessio de seguir sus pasos, dejar todo atrás e intentar hacer fortuna en el nuevo mundo. El éxito ha sido el premio a su audacia y su restaurante, Fellini, es uno de los más reconocidos de La Paz. Está ubicado en la Av. Montenegro, San Miguel, zona Sur.
“Llegamos el 2011 y a finales de noviembre del año 2012 abrimos el restaurante Fellini”, dijo Marco, chef del lugar.
Su hermano Alessio, quien administra el Fellini, dijo que él se vino a Bolivia porque Marco le propuso abrir un restaurante. Él es soltero y vive solo en La Paz.
“Tener un hermano gemelo no es lo mismo que tener un hermano ´normal´ porque existe un vínculo mucho más fuerte y somos más unidos, además que todos los hermanos gemelos que conozco siempre están de acuerdo en lo que hacen”, dijo Alessio.
Contaron que les iba muy bien en su país y que su experiencia les ayudó a emprender adecuadamente su proyecto en La Paz.
El restaurante, denominado “Fellini, pizza y gelato”, ofrece gastronomía italiana y las distintas pastas, pizzas y variedad de platos de todos los lugares de su país “son preparadas tal como se prepara en Italia”, mencionó Marco.
“Para nosotros lo más importante es que el cliente esté feliz y nos adaptamos al gusto de la clientela”, dijo el chef Marco. Por ejemplo, las pastas y pizzas se preparan sin gluten.
Marco dio la noticia a Brújula Digital de que “en enero del próximo año, Fellini se trasladará a un lugar más cómodo, que es una casa que adquirimos en el mismo barrio de San Miguel, cerca del local actual”.
Los primeros dos años en el restaurante se ofrecía comida y helados, pero los clientes casi no consumían éstos últimos. Por ello el Fellini decidió enfocarse netamente en la comida.
El restaurante es llamado “Fellini” en honor al afamado director de cine italiano Federico Fellini, autor de entrañables películas como La Strada, 8½ y La Dolce Vita.
La decoración del lugar se basa precisamente en distintos posters de filmes del director de cine.
“Nosotros no solamente queremos ofrecer la comida, sino también nuestra cultura, la música y también compartir siempre con la gente que viene al restaurante”, expresó Alessio.
Alessio y Marco dijeron que desde un principio el restaurante fue exitoso. Tiene casi seis años de funcionamiento y a lo largo de ese tiempo ha generado una leal clientela.
Eventos y actividades
El restaurante también ofrece servicio de “delivery” y “catering” y es usualmente contratado para atender matrimonios, cumpleaños y otros eventos sociales.
Por otro lado, organiza una actividad muy atractiva, que consiste en festejar el cumpleaños de algún interesado en el que éste y sus invitados aprenden a preparar una pizza. Está dirigida a niños de siete a 16 años, en grupos hasta 20 personas. La experiencia tiene un costo de 120 bolivianos por persona.
En otros cumpleaños se preparan tortas de diferentes sabores, como chocolate caliente o “nutella” (crema de chocolate y avellana).
Por otra parte, de martes a domingo, desde las 16:00 hasta las 18:00 horas, los clientes pueden pedir dos pizzas por una. El restaurante produce licores de cuatro sabores: cedrón, limoncello, café y anís.
Trabajar con el hermano gemelo
Marco considera que trabajar con su hermano gemelo es “algo fantástico” porque permite mucha colaboración. Destacó que, si cualquiera de los dos quiere tomarse vacaciones, puede hacerlo porque sabe que el otro va a manejar bien el restaurante.
Alessio considera que un hermano no es un socio cualquiera. Contó que entre los dos existe mucho profesionalismo y que tienen flexibilidad para reemplazarse. El da clases en la carrera de gastronomía en la Universidad de Los Andes.
Contó que cuando tenía 18 años escribió una lista de deseos y entre ellos estaba dar clases de gastronomía en una universidad. “Se ha cumplido ese sueño”, mencionó. Y se ha cumplido mi otro sueño, el de trabajar con mi hermano y hacer feliz a la gente con el alimento que les preparamos.