Personajes históricos revivieron en el cementerio, para deleite de los paceños

Maité Lemus
Brújula Digital |27|10|18|
La del viernes fue una noche mágica. En el cementerio general de La Paz varios importantes personajes que fallecieron hace décadas cobraron vida y empezaron a interactuar unos con otros.

Entre los personajes históricos que “revivieron” estuvieron Flavio Machicado (divulgador de música), Víctor Zapana (escultor), Yolanda Bedregal (poeta), Graciela Urquidi (bailarina), Modesta Sanjinés (música y escritora), Emilio Villanueva (arquitecto), Arthur Posnansky (arqueólogo), Víctor Hugo Viscarra (poeta), Óscar Alfaro (poeta) y Alfonso Zabala (folclorista).

La actividad cultural e histórica, en su octava versión, se denomina Una Noche en el Cementerio y fue organizada por la Alcaldía de La Paz.

Las escenificaciones teatrales estuvieron a cargo de actores como Marcelo Fuentes, Rodolfo Andia, Milton Llanos, entre otros. También se contó con material audiovisual. A través de ésta actividad, la gente conoció la historia y a las personalidades retratadas.

Los asistentes se quejaron, sin embargo, de la mala organización. Los interesados hicieron dos veces cola, durante horas, para poder ingresar y luego los grupos eran muy grandes y pocos podían escuchar los diálogos de las escenas teatrales. Miles de visitantes hicieron cola desde tempranas horas de la tarde y recién pudieron ingresar desde las 19:00.

La actividad consiste en visitar las tumbas y mausoleos de personalidades que hicieron aportes en los ámbitos cultural y artístico. En esta versión el recorrido nocturno fue en memoria de personajes de la literatura, poesía, arquitectura y arte.

El paseo cultural contó con nueve hitos: se comenzó con el denominado “mito de origen” de la cultura andina, luego se habló de La Paz y se recordó a las flaviadas y Zapana. El tercer hito se relacionó al hecho de “nacer mujer, hacer arte”.

El cuarto fue una remembranza a las voces de la literatura que se dedicaron a la transformación social, el quinto presentó un producto audiovisual denominado “arquitectura funeraria”, mientras “esculturas funerarias que nos miran” fue el sexto hito.

El séptimo se basó en el trabajo de folcloristas en la vida y la muerte, el octavo se refirió al espíritu de Tiwanaku en el arte y el noveno habló del “arte sobrevive a la muerte”. Despidió el encuentro un yatiri que según los visitantes dio buenas energías a todos.

Una Noche en el Cementerio es organizado por el Gobierno Autónomo Municipal de La Paz a través de la Secretaría Municipal de Culturas de la Alcaldía.

Miguel Torrico, uno de los funcionarios de la Alcaldía, dijo que el encuentro cultural reunió aproximadamente a 7,000 personas y éstas ingresaron en grupos de 150. El recorrido por cada grupo duraba alrededor de 60 minutos.

La población paceña comenzó a llegar a las cuatro de la tarde para hacer fila. El ingreso fue a partir de las siete de la noche y concluyó a la medianoche, 00:00 horas.

Mala organización

Grupo de amigos, familias y parejas que fueron por primera vez a este evento cultural, se mostraron emocionados e interesados por recorrer el lugar. Otros ya habían ido las anteriores versiones y también mostraron interés por ingresar al mismo.

Sin embargo, las personas tuvieron que hacer fila dos veces; una para comprar la entrada y otra para ingresar al lugar.

“Hacer fila para comprar el boleto y otra para entrar al Cementerio me parece mal ya que estamos esperando desde las cuatro de la tarde y ya son más de las ocho de la noche”, dijo Mabel una joven alteña que llegó al lugar con un grupo de amigos desde El Alto.

Laura, también de la ciudad de El Alto, dijo: “me pareció interesante la visita, pero tuvo una mala organización porque éramos muchos en el grupo y eso impedía que se escuchara lo que explicaba el guía o hablaban los tres guías a la vez y no se entendía nada”.

Pablo, vecino de Villa Victoria, contó a Brújula Digital que le había gustado el recorrido, “sobre todo la representación teatral de Emilio Villanueva y Arturo Posnansky porque no sabía quiénes eran”, pero expresó que “la organización fue pésima, no se escuchaba lo que decía el guía que estaba adelante”.