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Reportajes | 29/08/2018   12:00

El Washington Post destaca a los vinos bolivianos: “son absolutamente deliciosos”

El diario norteamericano presentó a los vinos Aranjuez y 1750 entre sus recomendaciones y dijo que son de una “complejidad impresionante”.

Los vinos bolivianos empiezan a ser conocidos en el exterior.

Brújula Digital|29|08|18.-
El diario estadounidense Washington Post
destacó en un reciente reportaje la calidad del vino boliviano, señalando específicamente que los tannat de las casas Aranjuez y 1750 son “absolutamente deliciosos”.

Tanto el Aranjuez como el 1750 fueron incluidos en la selección de vinos de la semana de ese diario estadunidense.

Entre los mejores vinos del mundo de países poco conocidos en ese sentido, “mi descubrimiento más reciente es Bolivia”, asegura Dave McIntyre, el experto vitivinícola del diario mencionado.

“El vino boliviano no debería ser una sorpresa si miras un mapa: el país es parte del arco norte de la cordillera de los Andes y las tierras de viñedos de las regiones argentinas de Mendoza, La Rioja y Salta. Y como Argentina y Chile, Bolivia comparte un pasado español. Cuando los conquistadores llegaron a la región en el siglo XVI, plantaron vides”, agrega.

El autor recuerda que la cepa moscatel es “la base del singani, el aguardiente nacional de Bolivia. Similar a la grappa italiana, el singani es un digestivo delicioso y aromático”.

 
Vinos de “complejidad impresionante”

Sobre los vinos bolivianos de la cepa tannat, el reportaje señala que “ésta es la uva roja más importante de Bolivia. Pero a diferencia de los tannats de Uruguay, que tienden hacia lo rústico, los de Bolivia son vibrantes y pulidos, con una complejidad impresionante”.

La nota expresa que la “altitud de Tarija (2.000 metros de altitud) crea un clima semiárido con intensa luz del sol y noches levemente frías que ayudan a mantener los vinos frescos”.

El diario entrevistó a Ramón Escobar, un hijo de bolivianos que reside en Washington DC y que ha creado la empresa Chufly Imports, que compra vinos bolivianos, además del singani Rujero. También importa syrahs y otras cepas de esas dos empresas y está explorando la posibilidad de importar otras en el futuro. Actualmente Chufly Imports distribuye los vinos y singanis bolivianos en Washington DC, los estados de Maryland, Wisconsin y Oregon. Pronto espera ampliar las ventas a las ciudades de Seattle y Nueva York.

“El tannat Aranjuez es muy elegante, de una manera clásica, y se beneficia de pasar seis meses en barril. El tannat de 1750, que no se almacena en roble para poder expresar su estilo original (terroir), es innovador y vibrante. Estos son dos vinos deliciosos tienen un sabor similar, pero tienen un estilo dramáticamente diferente. Es fascinante probarlos uno después del otro. Aparte, ambas bodegas producen vinos blancos atractivos y aromáticos basados ​​en vides tipo torrontés”, dice el artículo.

Los vinos 1750 pertenecen a la casa Uvairenda, que se produce en Samaipata, el valle cruceño.

Ayuda al desarrollo

Los dos socios de Escobar en Chufly Imports, Tealye Long, que administra el negocio en la costa este de EEUU, y Carlie Steiner, copropietaria del restaurante Himitsu en la capital de EEUU, fueron también entrevistados por el diario estadounidense.

Carlie Steiner le contó que los vinos bolivianos se venden bien en su restaurant, especialmente el 1750 syrah, que ofrece por copa y botella. Se venden tan bien, que decidió hacerse socia de Chufly Imports.

“A nuestra generación le encanta probar cosas nuevas”, dijo, refiriéndose a los millenials.

“Por supuesto, ayuda cuando los vinos son tan buenos”, expresa el autor.

Escobar explica que “por cada 10 hectáreas plantadas de vid, 10 familias salen de la pobreza extrema (…) Tenemos la oportunidad de ayudar a cambiar el destino de una región entera del país más pobre de Sudamérica”.

Él y su socia Tealye Long utilizan ese argumento para ayudar a vender el singani y vinos que importan. “Vas a beber de todos modos, entonces ¿por qué no beber algo que apoya el desarrollo?”, dicen.

Bolivia tiene solo unas 3. 000 hectáreas de viñedos, casi todas a altitudes extremadamente altas. “Dicen que en Bolivia se comienza a hacer vino donde el resto del mundo se detiene”, explica Long. 

Dos vinos bolivianos entre los recomendados por el Washington Post

Brújula Digital|29|08|18.-

Un recuadro del reportaje del diario estadounidense hace un análisis pormenorizado de los dos vinos bolivianos elegidos como “selección de la semana”, el Aranjuez y 1750, ambos de la cepa tannat.

El texto explica que “Bolivia es uno de los muchos países que disfruta de un renacimiento vitícola en las últimas dos o tres décadas. Aquí hay dos vinos tintos absolutamente deliciosos que muestran lo que Bolivia puede lograr. Ambos son tannat, una variedad más conocida por los vinos rústicos y fuertes de Uruguay, pero elaborados aquí con más pulimento y estilo”.

Agrega que “si no has probado los vinos bolivianos, te llevarán deliciosas sorpresas”.

Aranjuez tannat 2016

Tannat puede variar de ser brillante, ligero y afrutado a (más a menudo) rústico y rudo. Aranjuez logra agregar sofisticación y garbo a esas características. Los viñedos están a una altitud de 2.000 metros en Tarija, donde la intensa luz del sol se combina con temperaturas frescas en las noches, lo que ayuda a madurar la fruta y preservar su acidez y frescura.

Este tannat de Aranjuez (25 dólares) pasó seis meses en barril. Disfruté este rojo durante dos o tres días y siguió mejorando. Aranjuez también produjo en 2015 un tannat de cosecha única, llamado Origen, que costará unos 50 dólares cuando llegue al mercado de EEUU este otoño; los vale. Una línea llamada Dúo, con un precio de alrededor de 15 dólares, incluye una excelente mezcla roja de tannat y merlot. Vende también un vino blanco sabroso que mezcla la variedad torrontés y moscatel de Alejandría.

1750 tannat 2016

Este vino (25 dólares) no está envejecido en roble, lo que le permite expresar los sabores terrosos con una intervención mínima. Producid en Samaipata, Bolivia, es enérgico, con un toque de carne y cuero, y atraerá a los fanáticos de los vinos naturales. Bordea las convenciones de lo que debe ser un tannat, o cualquier vino tinto, e intenta mostrarnos en qué puede convertirse el vino si no lo reprimimos. También hay un syrah y un vino blanco basado en la variedad torrontés. / Brújula Digital

El Washington Post destaca a los vinos bolivianos: “son absolutamente deliciosos”
El Washington Post destaca a los vinos bolivianos: “son absolutamente deliciosos”






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