Bruějula Digital 1000px x 155px
Bruějula Digital 1000px x 155px
Política | 21/11/2021

Un negociado devastador: HVO - diesel renovable. Una planta de u$ 300 millones, un proyecto sin materia prima que podría trepar a los U$ 2.000 millones

Un negociado devastador: HVO - diesel renovable. Una planta de u$ 300 millones, un proyecto sin materia prima que podría trepar a los U$ 2.000 millones

El presidente Luis Arce Foto/Cabildeo Digital

Amalia Pando/Cabildeo Digital |21|11|21|

El presidente Luis Arce y su hijo Marcelo Arce son los promotores de la construcción en Santa Cruz de una planta de Diésel Renovable (HVO) que usará ingentes cantidades de aceite de cusi, totai, eventualmente soya y de otros productos agrícolas. Tendrá consecuencias devastadoras en el medio ambiente, dejará millonarias pérdidas en las cuentas fiscales y apunta a tomar el control de la agroindustria cruceña. 

Este proyecto es ilegal, está prohibido por la Ley 300, de la madre tierra, y por la 1098 que solo autoriza producir y usar agrocarburantes como aditivos para la gasolina y el diésel, aditivos como el etanol que deben ser producidos de acuerdo a procedimientos químicos específicos. 

A pesar de su ilegalidad, esta planta de diésel renovable (HVO) ya está presupuestada en los gastos de inversión del gobierno con 300 millones de dólares que saldrán del Tesoro General de la Nación. Además, está mencionada en la Ley maldita 1407, Plan de Desarrollo Económico y Social, PDES, que instruye modificar las leyes para su puesta en marcha. Y, atención, todo indica que el gobierno ya tiene al proveedor de la planta, la empresa francesa, AXENS.

Se trata de otra inversión pública sin justificación económica, como lo fue la Planta de Fertilizantes de Bulo Bulo, sin los estudios previos   de rentabilidad y de impacto ambiental. 

Ni siquiera se sabe si contará con la materia prima suficiente, tal como ocurrió con el ingenio azucarero de San Buenaventura que también costó 300 millones de dólares y que nunca funcionó. 

Las grandes cifras electorales

En septiembre de 2020, el entonces candidato presidencial Luis Arce Catacora prometió la construcción de dos plantas de Diésel Renovable a partir de aceites vegetales o grasas animales e hidrógeno. 

El producto es llamado de HVO, Aceites vegetales hidrotratados (Hydrotreated Vegetable Oils). Una planta – según la promesa – debía construirse en Cochabamba y la otra en Santa Cruz.

La inversión prevista llegaba a 2.000 millones de dólares, destinada a la construcción de las dos plantas y U$ 300 millones para el cultivo de la materia prima. 

La producción iba a llegar a los 1.200 millones de litros de ese biocombustible por año, según registra Pagina Siete. ¡Eureka! ¡El problema de la importación de diésel y el cáncer de la subvención, males que azotan al país, estaban solucionados!

Sin embargo, la oferta electoral de Luis Arce no tenía ni tiene sustento técnico y menos un estudio de factibilidad. 

Ya en su condición de presidente, Arce redujo significativamente el tamaño de este proyecto. 

La danza de los millones 

El hecho es que un mes después del primer anuncio, la cifra proyectada de inversión cayó a 800 millones de dólares. Cada planta debía costar 250 millones de dólares y se mantenían los mismos 300 millones de dólares para los planes agrícolas, reforestación y otros, según publicó Plurinacional. Info.  ¡Qué bueno!, la inversión bajó en 1.200 millones de dólares o ¿fue un error de cálculo de solo el 150%? 

Las cifras cambian y cambian 

El 25 de enero de este año, el ministro de Hidrocarburos y Energías, Franklin Molina, redujo la promesa a la mitad y anunció que solo se iba a construir una planta y que su costo ascendía a los USD 279 millones, con una producción estimada de 12.000 barriles día, según MercoPress.

Sin embargo, viendo a detalle, el presupuesto de una sola planta aumentó en 29 millones de dólares, de 250 a 279 millones de dólares. Además, borraron de un plumazo la promesa electoral de construir una planta en Cochabamba.    La que se mantiene está proyectada para Santa Cruz.

25 % menos de capacidad 

El 3 de marzo, 36 días después, el mismo ministro, en declaraciones a La Razón bajó las metas de producción. Indicó que la planta producirá solo 450 millones de litros/año, equivalente a 9.000 barriles/día. Eso significa una disminución del 25 %, bajaron de los 12.000 barriles anunciados en enero a solo 9.000 barriles/ día.  Mantuvo el costo de la planta en 279 millones de dólares, monto que lleva un sobreprecio de 29 millones, como mencionamos antes.

Sube el sobreprecio 

Lo interesante es que el pasado 8 de noviembre, mientras se iniciaba un paro indefinido, el presidente Arce en su discurso anual en la Asamblea Legislativa anunció que uno de los logros de su primer año de gobierno era “la planta de Biodiesel” que iba a costar 300 millones de dólares para producir 9.000 barriles/día.  Como si nada, el costo de la planta de HVO subió en 50 millones de dólares. 

Si no tienen un estudio de factibilidad ¿de dónde sacan estas cifras? Pareciera que la fuente es la empresa que montará la planta. El gobierno todavía no sabe si esta planta será rentable, no sabe si contará con toda la materia prima que necesita, pero sí sabe desde la campaña electoral qué empresa montará la planta. 

La AXENS

Marcelo Arce, hijo del presidente, y ejecutivo de YPFB, viajó a Francia invitado por la empresa AXENS, fabricante de plantas de diésel renovable, HVO. ¿AXENS le pagó los pasajes, viáticos y estadía? ¿A qué acuerdo llegaron? 

Lo concreto es que este proyecto, siendo ilegal, fue promovido por Arce en la campaña electoral del 2020 y es el proyecto estrella de su gobierno, ejemplo de un modelo de industrialización y sustitución de importaciones. 

Marcelo Arce ha sido su impulsor desde la Gerencia de Proyectos de YPFB de donde fue transferido hace poco hacia la empresa Chaco - YPFB con el fin de opacar su directa participación y muy posible adjudicación a la empresa AXENS. 

Marcelo Arce en 2011, cuando su papá era el ministro de Economía, fue contratado por YPFB con un suelo de 3.000 bolivianos como encargado de los almacenes de YPFB. En 2014 el presidente de YPFB, Carlos Villegas denunció el robo de 146 llantas de los almacenes Villa Luz y denunció a Marcelo Arce y otros dos funcionarios como los presuntos responsables de este robo.

A pesar de la gravedad de esta denuncia nunca esclarecida, Marcelo Arce ascendió hasta la Gerencia de Proyectos, lugar estratégico para promover las plantas de HVO. 

2 millones en consultorías 

EL pasado 4 Y 12 de noviembre, YPFB recibió propuestas de empresas extranjeras para realizar tres consultorías que costarán 2 millones de dólares sobre la factibilidad de tres tipos diferentes de plantas:

1)  Para el Diésel Renovable – HVO, fecha final de presentación de propuestas fue el 4 de noviembre. 

2)   Para diésel sintético a partir de llantas, plásticos y aceites lubricantes usados, la fecha final de presentación de propuestas fue el 12 de noviembre. 

3)  Para Biodiesel – FAME, la fecha final de presentación de propuestas fue el 12 de noviembre. 

En otras palabras, cuando la planta de HVO ya está en el Presupuesto General de la Nación, YPFB recién contrata los estudios de factibilidad.    Un gasto que sin embargo le podría servir de justificativo. YPFB podría comparar en público las tres opciones y sin duda la mejor será la primera, es decir el diésel renovable, HVO. 

Se contratará una consultoría sobre un biocarburante que está prohibido por ley. Es como estudiar la factibilidad de una planta de cocaína. 

Despilfarro y tragedia

Es probable que el costo total de este proyecto llegue a los 2.000 millones de dólares que Arce anunció en su campaña. 

De momento solo se habla de 300 millones de dólares para la planta de HVO que mezclará los aceites de origen vegetal con hidrógeno. ¿De dónde saldrán los aceites y de dónde el hidrógeno? Cada elemento requiere de una planta por separado que además demandarán gas natural, carburante que está en declive. Entonces, es un proyecto con al menos tres plantas, y la de hidrógeno requiere de técnicos altamente especializados. 

Carísimo e innecesario porque los ingenios azucareros de Santa Cruz ya están produciendo etanol, permitido por la ley 1098, que sirve de aditivo a la gasolina. Pero YPFB no quiere usar esa producción que también es de una industria nacional y sustituye Importaciones. 

Con ese etanol cruceño y los 300 millones de dólares que se gastarán en la planta de HVO se pueden hacer 4 plantas de biodiesel etílico legal, cuya producción podría ser usada como aditivo al diésel importado. Pero no, los Arce quieren HVO. 

Un millón de hectáreas 

También se habló de usar otros 300 millones de dólares en el cultivo de productos agrícolas que en vez de ir a la canasta familiar se convertirán en carburantes.   No dijeron sin embargo cuántas hectáreas van a necesitar para tal propósito. 

Expertos en biodiesel dijeron a Cabildeo Digital que en Santa Cruz los productores de soya utilizan un millón de hectáreas para producir 400 millones de litros de aceite/año, que es una cantidad similar a la que demandará esta planta de HVO y que si el gobierno no quiere acaparar toda la producción nacional de aceites comestibles, tendría que ampliar la frontera agrícola en otro millón de hectáreas para abastecer a esa planta de HVO. 

Estamos hablando de un desastre ambiental con incendios y deforestación masiva. 

Por otro lado, cultivar sobre semejante extensión toma algunos años, entre tanto ¿qué hará el gobierno? ¿Mantendrá cerrada esa flamante planta? ¿tendrá que IMPORTAR aceites? o bien ¿obligará a los productores de oleaginosas de Santa Cruz a entregarle su producción? Cualquier opción es una aberración económica. 

Y todo esto ¿para qué? Para producir, si es que llegan a producir, un biocarburante que costará 4,2 veces más caro que el diésel de petróleo ultra bajo en azufre, según la consultora especializada S&P Global Platts.

¿Cuál es el propósito de este sinsentido? Dejando de lado el incentivo del 10 % por el aval político, la única explicación que justifica políticamente este proyecto   es poner fin a la hegemonía económica de los agroindustriales cruceños, estrategia que comenzó con la compra de la empresa exportadora de soya Gravetal, gracias al dinero de la estatal venezolana PDVESA. 

No se trata de una planta más sino de un proyecto que encaminará a Bolivia por la senda del desastre chavista-

BD



FIE-BANNER--BRUJULA-DIGITAL-1000X155-PX_1
FIE-BANNER--BRUJULA-DIGITAL-1000X155-PX_1


GIF 2 vision-sostenible-gif-ok
GIF 2 vision-sostenible-gif-ok
bk-cuadrado
bk-cuadrado