¿Quién protege al narcotráfico? Recuento de recientes casos

Brújula Digital |08|07|22|

Cabildeo Digital/Amalia Pando

En lo que va del año se han hecho públicos tres hechos de evidente protección a peces gordos del narcotráfico y otro caso, el de mayor impacto político, referido a un narco-financiamiento al MAS. 

La temporada ha dejado además dos triples asesinatos y varios jefes policiales destituidos, incluyendo el cuestionado comandante de la Policía, general Jhonny Aguilera.

Los generales y capitanes saltaron como fusibles mientras se encubre y libera de toda culpa a los tres responsables del gobierno de conducir a la Policía y a la lucha contra el narcotráfico, que son el viceministro de Defensa Social, el ministro de Gobierno y el presidente del Estado Plurinacional.

Para salvar las apariencias, el presidente Luis Arce ha instruido a sus dependientes “investigar”, es decir, se van a investigar a ellos mismos, y se anuncia una reestructuración en la FELCN con ayuda europea y de la ONU, pero nada se dice de quién tiene el mando en la FELC-N y en sus operativos que es el cocalero viceministro de Defensa Social, Jaime Mamani Espíndola.

No deja de ser irónico que Evo Morales hubiera aparecido en escena como denunciante en dos casos y que un diputado del MAS, Rolando Cuellar, sea otro de los acusadores.

La única reacción social frente a estos hechos fue la marcha y concentración del Comité pro Santa Cruz realizadas el pasado 28 de junio contra el narcotráfico y el sicariato.

Dávila, el tiburón extraditable

El coronel Maximiliano Dávila apodado el “Macho” está procesado por delitos de narcotráfico en la Corte del Distrito Sur de Nueva York desde septiembre de 2020.

Es un pez grande, un tiburón del narcotráfico.

Fue el último director nacional de la FELCN de Evo Morales y el segundo con ese cargo investigado y perseguido por la DEA. El primero fue René Sanabria, en 2011.

Un tiburón en la comandancia de Cochabamba

A sabiendas de este proceso y de una recompensa de cinco millones de dólares por su captura, el gobierno de Luis Arce nombró a Dávila como comandante de la Policía de Cochabamba (noviembre 2020-marzo 2021).

En enero de 2022, la Embajada de los Estados Unidos pidió la extradición de Dávila, razón por la que tuvieron que detenerlo en Villazón cuando huía hacia Argentina. Desde entonces se encuentra en la cárcel de San Pedro

Sin embargo, el fiscal William Alave, que sigue las directrices del Fiscal General, Juan Lanchipa y éste de los ministros de Justicia y de Gobierno, declaró que “aún no se hallaron elementos para investigar a Dávila por narcotráfico”.

Dávila en Mondaca

Al margen de la acusación de la DEA existe un informe de Inteligencia de la Policía, que llegó a manos de El Deber, que da cuenta que, en julio de 2019, Dávila que estaba al mando de la FELCN, ordenó al comandante departamental, Juan Carlos Corrales, cambiar el contenido del informe de un operativo realizado en el aeródromo de Mondaka. Gracias a ello, los 15 detenidos en ese operativo, entre ellos varios colombianos, no pasaron a la Justicia, se les devolvió siete avionetas que no llevaban asientos y el análisis de la aspiración de residuos en las avionetas resultó negativo. A esto se llama encubrimiento.

El clan Dávila-Rojas

La DEA va más allá. Lo acusa de haber facilitado la salida desde Bolivia de toneladas de cocaína con destino a los Estados Unidos. De formar parte de un cártel dirigido por el ex mayor de Policía Omar Rojas Echeverría detenido en Colombia el 9 de marzo de 2021 para ser extraditado a Estados Unidos. Es considerado como el “Pablo Escobar” de Bolivia.

Operativo “Andes”

Rojas Echeverría armó su clan con narcotraficantes que conoció durante su paso por la FELC-N. Fue dado de baja en 2014. En una nota de Carlos Quisbert en Página Siete se dice que Rojas conoció a los hermanos Montaño Fernández en un operativo de 2012. Desde entonces están prófugos, pero acompañan a Rojas en la lista de los siete imputados en el caso abierto en Nueva York y que la DEA rotuló como operativo “Andes”.  Estos son:

-Omar Rojas Echeverría

-Maximiliano Dávila Pérez

-Jhon Cahuana

-Jheyson Montaño Fernández

-Herland Montaño Fernández

-Rómulo Ramírez Rodríguez

A esta lista posiblemente se sume los cuatro bolivianos detenidos en enero de este año en el Perú, entre ellos Jorge Roca Suárez, alias “Techo de paja” quien durante un tiempo ostentó la corona de su tío, el Rey de la cocaína Roberto Suárez Gómez.

Acunado por Evo

Desde septiembre de 2020 cuando se formalizó la acusación por narcotráfico en Estados Unidos, el “Macho” Dávila ha tenido protección política. Fue parte, por ejemplo, del festejó del cumpleaños del Jefazo, hecho que quedó registrado en una foto memorable en la que también aparece el coronel Alexander Rojas Echeverría, hermano del capo que espera su extradición en Colombia.

La extradición de Dávila está en veremos. El presidente del Senado y representante del Chapare, Andrónico Rodríguez, dijo: “No creemos que corresponda la extradición”.

Entre tanto el canciller Rogelio Mayta le va dando largas al asunto. Ha pedido a la embajada de EEUU aclaración e información complementaria que ya fue respondida.

“La revisión de la documentación es un procedimiento que no tiene plazos”, dijo.

Lo más probable es que Dávila sea procesado en La Paz por enriquecimiento ilícito para dilatar por siempre la extradición.

Tras las huellas de Pedro Montenegro

Es el mismo mecanismo que usó el gobierno de Evo Morales y su ministro Carlos Romero para evitar la extradición de Pedro Montenegro al Brasil, capo vinculado a la mafia de Calabria que tuvo a sus pies a un sequito de altos jefes policiales como Gonzalo Medina y Fernando Moreira, a jueces, magistrados y al gobierno en pleno que lo protegió mientras pudo.

Montenegro tiene cargos en Brasil por el tráfico de 1,3 toneladas de cocaína. Fue extraditado tras la huida de Evo Morales a México.

Pero, en el caso del “Macho” Dávila, no se avizora ningún cambio de gobierno.

Con el objetivo de facilitar la lectura, hemos dividido este artículo en tres partes. La segunda entrega será publicada mañana y está referida al frustrado operativo en el río Sajta y los audios presentados por Evo Morales.

BD