|OPINIÓN|Un mal sueño|Gustavo Fernández|

Brújula Digital|06|07|24

Gustavo Fernández

Hay días como éste, en los que despierto, leo las noticias (de los medios, no de las redes sociales) y me queda la sensación que no logro salir de un mal sueño. En Perú, hay 38 candidaturas preparándose para elecciones en un par de años. Luego de asomar las narices en los líos bolivianos, sin que nadie se lo pida y sin justificación alguna, Milei viaja a Camboriú, una bella playa brasileña, para encontrarse con Bolsonaro (otro señor que se las trae), luego de insultar al Presidente del país que visitará. 

Todos cruzan los dedos en espera de lo que saldrá el 28 de julio de las urnas venezolanas (aunque sospechan lo que ocurrirá, finalmente). En México quieren elegir la Suprema Corte de Justicia de la Nación por el mismo procedimiento que inventamos nosotros en el altiplano, pese a que los resultados están allí, a la vista de todos. No menciono Haití ni la amenaza de anexión del Esequibo. En Nicaragua, Ortega y la señora Rosario, bien gracias.

Para probar que los latinos no somos los únicos deschavetados, la señora Le Pen puede llevarse la primera mayoría del legislativo francés en un par de semanas; el señor Trump ya está dando la vuelta olímpica de los comicios de noviembre; el señor Orban ya es Presidente del Consejo Europeo; la sangre sigue corriendo en Ucrania y Gaza; el señor Putin ordena ejercicios nucleares cada 15 días; el señor Elon Musk en un viaje psicodélico al mando de la más grande empresa tecnológica del planeta. Y así al infinito. Solo los asiáticos (y los uruguayos) parecen conservar la cabeza en su lugar.

Mientras tanto aquí, en Bolivia, para no quedar mal, seguimos discutiendo si lo que ocurrió hace una semana, fue golpe o autogolpe, si fue primero el huevo o la gallina, pese a que todos sabemos lo que puede resultar de la combinación catastrófica de una crisis económica que se está saliendo de manos y el duelo a muerte, con cuchillos desenvainados, de los caudillos del MAS por la silla presidencial.

¿Es esa la realidad o son las primeras señales de una demencia senil?

Gustavo Fernández fue ministro de la Presidencia y canciller de Bolivia.