Opinión: El doble rasero en el derecho a la intimidad

Ángel Riquelme

El régimen disciplinario de la Policía boliviana tiene varios principios; entre ellos el honor, cualidad moral del policía y la ética, que es el comportamiento del uniformado expresado en actos que denotan la práctica de valores humanos y sociales. Sólo es teoría, aunque seguramente muchos policías siguen al pie de la letra estos enunciados.

El problema es el doble rasero con el que se tacha de inmoral en otros lo que es normal en el comportamiento propio.

El coronel José María Velazco, excomandante de la FELCN ha sido la carne del sándwich de una batalla que no era la suya. En verdad Velazco fue la víctima de un fuego cruzado donde se enfrentaban Evo Morales y el ministro de Gobierno por el control de la lucha contra el narcotráfico

Pero, la cosa no ha quedado allí. El coronel Velazco fue acusado públicamente por una mujer de ejercer violencia contra ella.

Los datos son conocidos. La mujer denunció públicamente a Velazco y dice que la amenazó con violencia y con quitarle a la hija de ambos, recién nacida.

Hasta ahí, nada nuevo bajo el sol. La historia de la violencia contra la pareja es pan de cada día en los noticieros y redes sociales y generalmente tiene como protagonista de la violencia al hombre.

Pero en el caso que nos ocupa, el problema no es el coronel y su manto de poder. El tema tiene varias aristas que podrían arrastrar a la denunciante a que por lo menos de algunas explicaciones.

José María Velazco está casado y tiene una niña, pero no con la mujer que hace la denuncia. Velazco se casó con la hija de un excomandante de la Policía y el matrimonio, hasta donde se sabe, no se ha disuelto.

Otro ingrediente: La mujer denunciante es también policía. Tiene grado de capitana y estuvo dos años en los mismos destinos que Velazco, su superior.

Ángel Riquelme es oficial de la Policía en servicio pasivo.