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Política | 03/03/2020

OEA y empresa Ethical Hacking coinciden en desvirtuar informe que señala que en Bolivia no hubo fraude electoral

OEA y empresa Ethical Hacking coinciden en  desvirtuar informe que señala que en Bolivia no hubo fraude electoral

Cuadro de diferencias publicado por director de la OEA, Gerardo de Icaza (Foto Composición)

Brújula Digital |03|03|20|

El director del Departamento para la Cooperación y Observación Electoral de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Gerardo de Icaza y el gerente de ‘Ethical Hacking’ (empresa contratada por el anterior Tribunal Supremo Electoral  para realizar la auditoría a los comicios generales del pasado 20 de octubre), Álvaro Andrade, coincidieron en desvirtuar el informe de Centro de Investigación en Economía y Política (CEPR), por sus siglas en inglés) publicado por Monkey Cage que señala que en Bolivia no hubo fraude electoral.

El funcionario del organismo internacional en su tuit compartió la imagen de un cuadro comparativo sobre 11 aspectos y las diferencias entre el informe del CEPR, y el informe de la OEA, imagen que detalla:

Las diferencias más claras, la primera, mientras el informe de Money Cage  fue elaborado por dos profesionales, el trabajo de auditoría fue realizado por 36  profesionales que fueron parte de un equipo multidisciplinario.

La segunda, el reporte de Money Cage sobre el trabajo realizado se enmarca a tres páginas en tanto que el reporte de la auditoría realizada por la OEA alcanza en detalle a 94 páginas.

La tercera, el reporte de Monkey Cage se elaboró en Estados Unidos, en tanto que el informe de auditoría de la OEA se elaboró sobre un trabajo de campo realizado en Bolivia (país en el que se realizaron las elecciones generales).

La cuarta, el reporte de Monkey Cage  “no realizó análisis de manipulación informática”, en tanto que el informe de auditoría de la OEA  si realizó un análisis de manipulación informática que estableció la existencia de servidores que no deberían estar (no autorizados), ingresos no autorizados (al sistema informático) y reemplazo de actas.

La quinta, el reporte de Monkey Cage “no realizó análisis de alteración de actas”, en tanto que el informe de auditoría de la OEA, detectó el mismo patrón de manipulaciones, falsificaciones y adulteraciones en el llenado de actas electorales.

La sexta, el reporte de Monkey Cage “no realizó análisis de denuncias de la ciudadanía”, en tanto que el informe de auditoría de la OEA,  vio (analizó) cada una de las denuncias recibidas.

La séptima, el reporte de Monkey Cage “no realizó el análisis de la cadena de custodia (de actas y boletas electorales), en tanto que el informe de auditoría de la OEA incluyó un extenso análisis sobre el tema.

La octava,  el reporte de Monkey Cage  “no realiza un análisis del por qué y quién paró el TREP (Trasmisión de resultados Electorales Preliminares) en tanto que el informe de auditoría de la OEA, contempla entrevistas con diversas personas sobre el tema.

La novena, el reporte de Monkey Cage “no realiza un análisis integral estadístico”, en tanto que el informe de auditoría de la OEA incluye detalles sobre gran cantidad de material estadístico  analizado con datos levantados en el trabajo de campo realizado en Bolivia.

La décima, el reporte de Monkey Cage “No realiza el análisis de los votos en el exterior, en tanto que el informe de auditoría de la OEA, encontró fraude dentro de los votos que venían de la Argentina.

La décimo primera  diferencia, el reporte de Monkey Cage “realizó simulaciones estadísticas”, en tanto que el informe de auditoría de la OEA no realizó simulaciones al considerar que no se requería de ese trabajo ya que se hizo el análisis estadístico con los datos de campo.

El análisis  y las diferencias señalas por el director del Departamento para la Cooperación y Observación Electoral de la OEA, responden así a la publicación del pasado 28 de febrero del Washington Post de un artículo que afirma que en los comicios en los que participó Evo Morales “no existe evidencia de fraude” y que al contrario “hubo un golpe de Estado” y cita un informe de John Curiel y Jack Williams, expertos del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), que sostienen que, hablando estadísticamente, el expresidente boliviano sí hubiera logrado una diferencia porcentual de votación de 10 puntos sobre su inmediato seguidor, Carlos Mesa.

El criterio totalmente contrario al incluido en el informe de auditoría de la OEA, mereció como respuesta del organismo internacional, la ratificación de su informe de auditoría que concluye que en las elecciones presidenciales de octubre pasado en Bolivia hubo “manipulación intencional” en los resultados.

‘Ethical Hacking’

Por su parte, el gerente de la empresa ‘Ethical Hacking’ (empresa contratada por el anterior Tribunal Supremo Electoral  para realizar la auditoría a los comicios generales del pasado 20 de octubre, Álvaro Andrade, coincidió con la OEA en desvirtuar el informe que presentaron los dos expertos de MIT

“No tiene ni pies ni cabeza, tres páginas, no dicen de dónde salieron los resultados (…) No me preocuparía por un informe que han sacado dos personas que no tienen ningún respaldo matemático, buscan generar convulsión, apoyar al tema internacional de que no hubo fraude y a una campaña para sacar a Almagro (de la Secretaría General de la OEA)”, sostuvo Andrade.



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