En la Iglesia Católica se anticipa que se cultivará coca en la Chiquitania, ahora chaqueada

Brújula Digital|02|10|19|

En la Iglesia Católica se anticipa que en la Chiquitania, ahora arrasada por el fuego en una extensión equivalente al departamento de Cochabamba, se cultivará coca, pues los mismos cocaleros del Chapare consideran que esas tierras ya están agotadas para producirla. En tanto que un experto advierte que el Gobierno está jugando con fuego al ser amigable con quienes son los actores del circuito coca cocaína, los llamados interculturales, que en realidad son cocaleros o lo serán muy pronto en la zona devastada por el fuego.

“Ya se está viendo como ya los mismo cocaleros, pues ya ven que las tierras del Chapare pues ya están medio agotadas para producir la coca, entonces hay un elemento muy callado pero muy real de que estas zonas pues también se piensan utilizar para cultivos de coca”, sostuvo el vicario judicial del Arzobispado de Cochabamba, el padre jesuita Miguel Manzanera, según reporte de Radio Fides.

Manzanera cree que es por eso que no les causa, a algunos grupos, mucho problema que arda la Chiquitania por más de cien días de manera ininterrumpida, pese al millonario despliegue de aviones y bomberos, con el gasto de 25 millones de dólares hasta la semana anterior.

“En cambio si es que tuvieran que admitir que es un problema grave y que se está pidiendo ayuda internacional, etc, pues se descubriría todo esto que acabo de mencionar y me da la impresión que por esa razón van a dejar que arda aquello, veremos hasta cuándo”, acotó el sacerdote.

Interculturales o colonizadores

El economista Carlos Toranzo, en su artículo “Cuidado con el circuito coca cocaína”, publicado en Página siete, sostiene que “los incendios en la Chiquitania fueron en parte promovidos por los llamados interculturales, que en realidad son cocaleros o lo serán muy pronto”, pues “el Gobierno del MAS se ha esforzado por darles miles de hectáreas, persiguiendo  algunos fines, lograr su adhesión electoral, debilitar a los autonomistas cruceños, cambiar la composición poblacional, ampliar la frontera agrícola en territorios de vocación forestal, darles tierra para sembrar coca, impulsar su alianza con los ganaderos o soyeros que persiguen el objetivo de tener más tierras”. 

Señala que no es nuevo que “el Gobierno es aliado de cocaleros –que ahora son el poder político y el núcleo del MAS–, de soyeros, ganaderos y de toda la burguesía agropecuaria cruceña. La diferencia entre unos y otros radica en que los primeros están cerca o dentro de lo ilegal, pues hacen parte del circuito coca-cocaína”.

Señala que “los cruceños no logran todavía entender el proceso peligroso que comienza a desarrollarse por la presencia de la coca en su departamento” pues “antes, Yapacaní (Santa Cruz) no tenía nada que ver con la coca, ahora es uno de los lugares donde anidan los negocios de la coca y de la cocaína”.

Los cuestionamientos

Toranzo lanza varios cuestionamientos sobre el circuito coca – cocaína. “¿Por qué ocultamos que el Chapare sigue siendo un lugar donde el Estado no tiene presencia policial? ¿Por qué ocultamos que hay una dictadura cocalera? ¿Podemos seguir negando que los cocaleros son el gran poder actual? ¿Lo son por el acullico o por el poder económico y político que poseen por su cercanía a lo ilícito? 

¿Podemos ocultar que tras del Tipnis está la coca? ¿Podemos negar que en los incendios de la Chiquitania están exentos de culpa los interculturales, es decir, los cocaleros? ¿Esos poderosos pagan impuestos acordes a su actividad? ¿Acaso alguno o alguna de sus dirigentes no fueron hallados in fraganti en la comercialización de cocaína?  ¿Acaso se aclararon los asesinatos de policías de hace una década atrás? ¿Acaso en algunos lugares de la incendiada Chiquitania no se encontraron laboratorios de cocaína? Hay un manto de impunidad que los cubre, con un Estado

Toranzo concluye que “el Estado boliviano está jugando con fuego al ser amigable con quienes son los actores del circuito coca cocaína. ¡Cuidado, que cuando el narco entra no se lo puede sacar del país, baste mirar a México!”.