El santuario de Evo Morales

Amalia Pando / Cabildeo Digital |19|10|21|

Evo Morales no está mencionado en la nota de portada del importante periódico brasileño O Estado de S. Paulo que en su edición de este 18 de octubre describe a Bolivia como el santuario del “narcosur”, donde el cártel más poderoso del mundo,  el PCC  vinculado a la mafia calabresa, crece y encuentra abrigo.

Tal vez no hacía falta mencionarlo. 

El fútbol femenino

El santuario de Evito es el Chapare, el próspero corazón del continente donde se produce coca y cocaína en cantidades ilimitadas. Una región que tiene un presidente vitalicio, él.  Su principal afición es el fútbol femenino, lo enloquece. Y para ver las semifinales de un campeonato llegó a la localidad de Arbieto donde sufrió el tercer susto de su vida. 

Después de haber disfrutado del espectáculo, decidió partir con destino a Villa Tunari, pero la cola del helicóptero chocó con el arco de la cancha en una maniobra del piloto para no estrellarse contra las graderías y que salvó la vida de todo los que iban a bordo.

¿Quién era el piloto? No se sabe. ¿cuántos eran los pasajeros? No se sabe ¿Cuál fue la causa del percance? No se sabe. 

 El exceso de peso es una posible causa, divulgada por la prensa de forma extraoficial. 

Se conoció que habían abordado el helicóptero de la empresa Helibol Evo Morales, el senador chapareño Leonardo Loza y el nuevo embajador en el Paraguay Mario Cronenbold. 

Los tres y el piloto, por más gordos que fueran, no hacen el sobrepeso que causa un accidente, salvo que estuvieran llevando una carga extraordinaria de la que no se habló o que el helicóptero hubiera tenido más pasajeros de los reportados, de quienes es mejor no hablar, como las frecuentes jóvenes compañías del expresidente. No se sabe. 

El nombre del piloto también se mantiene en la más absoluta reserva para así bloquear las entrevistas con los pormenores de este incidente. 

Es la constatación del encubrimiento oficial a Evo Morales quien usa helicópteros como si fueran minibuses sin ninguna explicación sobre el origen de esa fortuna, porque hay que tener una fortuna para sortear unos pocos kilómetros en helicóptero, de un partido de futbol a una reunión sindical. 

Cada vuelo, 20 mil dólares

La publicación de O Estado de S. Paulo sobre el “Narcosur” cuenta que los capos del cartel brasileño PCC han encontrado en Bolivia su propio refugio. Disponen de una flota de avionetas y helicópteros y su principal inversión son las haciendas con pistas clandestinas de aterrizaje.

Esta publicación dice que por cada vuelo los pilotos cobran 20 mil dólares y que los narcos operan en sociedad, recorren el mismo camino, pero la droga que cargan las avionetas puede ser de distintos dueños. 

Uno de los capos del PCC tiene un restaurante en Santa Cruz de la Sierra. Otro, Fuminho, tiene cultivos de hojas de  coca modificadas geneáticamente y  el “Gordo” hace inversiones  en clínicas, siguiendo su exitosa experiencia de Sao Paulo donde tiene toda una red de salud privada.
Sorpresas te da la vida

La Policía Federal del Brasil incautó celulares que contenían videos que los impactaron. Ninguna balacera, todo lo contrario, la ostentación de los capos del PCC de una vida cotidiana tranquila en Bolivia. Por ejemplo, uno de los videos muestra a Lacerda, alias el Gordo, en un encuentro apacible de narcos que tranzan millones de dólares en un bar de Santa Cruz, cosa que sería inimaginable en Rio o Sao Paulo. 

La conclusión es contundente: Bolivia es un santuario gracias a la protección de policías y militares corruptos, dice la publicación brasileña que se basa en las declaraciones de los investigadores policiales.

“Bolivia todavía es considerada como el refugio de Marco Roberto de Ameida, alias Tuta, otro de los capos del PCC.

Agrega que Bolivia se ha convertido en un centro de acopio donde además de la producción local se suma la del Perú y Colombia. Son toneladas de cocaína que salen hacia el Puerto de Santos, en Brasil y de allí se embarcan rumbo a Europa hasta llegar a las manos de la mafia calabresa Ndrangheta. 

Todo esto ya lo sabíamos, hablamos de ello durante meses a principios de 2019 a raíz del caso del extraditable Pedro Montenegro  y su red de protección de policías y jueces, bajo el amparo del exministro Carlos Romero quien siempre tomó decisiones o cerró los ojos con el consentimiento del expresidente, Don Evo Morales Ayma. 

Pero otra cosa es leer esta amarga verdad en la portada de un importante periódico del Brasil, el país que es la cuna del PCC, el cártel en expansión que ha cambiado la sede para sus operaciones del Paraguay a Bolivia.

El Paraguay

Mario Cronenblod fue nombrado embajador en Paraguay. Antes había sido alcalde Warnes y candidato a gobernador de Santa Cruz por el MAS. Por ello, pudo haber sido enviado a representaciones de apariencia más significante, como China, Irán o Cuna, pero no, al Paraguay. ¿Y qué hacía el embajador con Evo en el Chaparé, ver un partido de fútbol?

 Precisamente un partido de futbol le costó un proceso por narcotráfico. Su compañero de juego era el narco colombiano Marcelo Raymond Díaz Vélez quien después de darse a la fuga en 2011 se instaló en el Paraguay.  Díaz Vélez también era socio de Bismark Carlos Padilla, detenido y procesado junto a Cronenbold. Padilla es marido de la Reina del Norte, Dora Vallejos Vallejos, quien fue sindicada de ser la proveedora de la tonelada de cocaína que se incautó en un jet que partió de Argentina con destino a México, con escala en Guayaramerín donde se cargaron los 32 ladrillos blancos valuados en 12 millones de dólares.

Todo este enredo de nombres tiene un común denominador, Paraguay. La reina del norte viajó 15 veces a ese país donde presumiblemente opera su marido y su socio Díaz Vélez. Este último cayó preso cuando en 2019 la policía paraguaya incautó una avioneta que partió del Beni con 457 kilos de cocaína y que fueron lanzadas desde el aire sobre una hacienda a las afueras de Asunción.

Y para rematar en esta historia, lo que faltaba, Mario Cronenbold es el nuevo embajador de Bolivia en Paraguay. 

PCC opera en Bolivia y Paraguay

EL jefe policial brasileño, Gakiya, entrevistado por O Estado de S. Paulo dice que el PCC se convirtió en el principal articulador del tráfico internacional de drogas. 

Afirma que el PCC ha encontrado en Bolivia un SANTUARIO para el “Narcosur”, favorecida por su ubicación geográfica central. 

“Todos (los narcos) están operando a partir de Bolivia”, asegura otro entrevistado, el delegado Rodrigo Costa, encargado de la investigación al PCC en Sao Paulo. 

El policía Gakiya afirma que otro jefe del PCC, Marcola, tiene haciendas en el Paraguay y que en Bolivia el grupo mantiene su flota de aeronaves. 

Bolivia santuario y refugio de la organización criminal más peligrosa de la región, el PCC.  Semejante etiqueta tiene un responsable, un gobierno y un partido. 

BD