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Política | 27/09/2022

El Gobierno justificó las torturas de 2009, usó cinta adhesiva "para resguardar" la integridad física de los detenidos

El Gobierno justificó las torturas de 2009, usó cinta adhesiva "para resguardar" la integridad física de los detenidos

Tóásó y Tadic cuando estaban detenidos en Bolivia. Foto: Archivo

Brújula Digital |27|09|2022|

El informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) sobre las ejecuciones y torturas en contra de un supuesto grupo terrorista en 2009 revela que el Estado boliviano alegó que el uso de cartones y cintas adhesivas para cubrir los ojos de los detenidos fue para "resguardar" la integridad física y la vida de los detenidos.

Después de una investigación de las denuncias presentadas por familiares de Michael Dywer y otras víctimas del llamado "caso terrorismo", la CIDH llegó a la conclusión de que "el Estado boliviano es responsable por la violación de los derechos a la vida, integridad personal, libertad personal, garantías judiciales y protección judicial" establecidos en la Convención Americana sobre Derechos Humanos y la Convención Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura.

En el informe se aborda las torturas que sufrieron los ciudadanos Mario Tadic y Elöd Tóásó, Mario Tadic, Alcides Mendoza y Juan Carlos Guedes cuando fueron detenidos e interrogados por el gobierno de Evo Morales porque supuestamente eran integrantes de una banda "terrorista-separatista" que pretendía perpetrar un supuesto magnicidio.

"El Estado refiere que la detención de los señores Tadic y Tóásó fue legal pues sucedió en el marco de un enfrentamiento; además que los certificados médicos establecieron entre 8 y 10 días de impedimento para las presuntas víctimas, los cuales corresponden a lesiones típicas producto de un desarme por la fuerza" se lee en el informe de la CIDH.

"En ese mismo sentido, expone que la aprehensión de Alcides Mendoa y Juan Guedes se realizó debido a la imputación formal en su contra dispuesta por el fiscal y que se realizó respetando sus derechos" se indica.

De acuerdo a la versión estatal emitida durante el gobierno de Morales se señala que "no se tiene evidencia de una denuncia por malos tratos o tortura en forma previa o durante la audiencia de medidas cautelares ni ante el juez cautelar".

Sobre la detención y tortura de Mendoza y Guedes manifiesta "que no es cierto que los policías les hayan puesto bolsas en la cabeza y que el uso de cartones y cinta adhesiva para cubrir sus ojos, obedeció a factores de riesgo y como medida de seguridad en resguardo de su vida e integridad física".

La denuncia que llama la atención de la CIDH y se constituye en el trasfondo del caso es la ejecución de Michael Dywer después del operativo en el hotel Las Américas. El Estado niega ese extremo y señala que "las acciones policiales en el operativo (...) siguieron los estándares nacionales e internacionales en cuanto al uso de la fuerza por parte los efectivos policiales y se sujetaron a los principios de legalidad, necesidad, proporcionalidad, excepcionalidad y razonabilidad".

Asimismo, ls autoridades de entonces aseguran que hicieron uso de la fuerza extrema y letal porque la madrugada del 16 de abril de 2009 fueron recibidos a "balazos". "Los policías se vieron ante la inevitable necesidasd de responder de la misma manera para interrumpir la agresión y resguardar sus vidas".

Sin embargo, la versión de las víctimas contradice el informe oficial de las instituciones del Estado y tienen consistencia.

Los hechos señalan que el 16 de abril de 2009, un grupo de policías de élite de la Unidad Táctica de Resolución de Crisis (UTARC) ingresó a las instalaciones del hotel Las Américas en la ciudad de Santa Cruz, realizó detonaciones en el cuarto piso e irrumpió en las habitaciones de los supuestos terroristas disparando armas de fuego.

Como consecuencia del operativo murieron Eduardo Rozsa Flores, Arpad Magyarosi y Michael Dwyer mientras los sobrevivientes Elöd Tóásó y Mario Tadic fueron detenidos.

Las intervenciones fueron realizadas sin orden fiscal ni la participación de éste y horas después el caso fue investigado por fiscales de La Paz y supervisados por jueces de La Paz bajo el argumento de que tratarían de hechos que atentarían a la seguridad del Gobierno.

Antes del operativo se desactivaron las cámaras de seguridad del hotel y la conexión a internet, y días previos se hospedaron autoridades de Gobierno.

Las declaraciones de los sobrevivientes del operativo dan cuenta de que éstos se encontraban durmiendo y que despertaron cuando comenzaron los disparos y que no disponían de armas de fuego.

Inmediatamente fueron reducidos, apuntados con armas de fuego en las cabezas, golpeados y detenidos. Además refieren que del hotel fueron sacadas tres personas detenidas, una de ellas era Michael Dwyer, con dirección a un aeropuerto de Santa Cruz.

Dwyer había sobrevivido al operativo de la UTARC pero fue ejecutado en uno de los aeropuertos. La versión fue corroborada por los dos detenidos (Tadic y Tóásó) que después fueron trasladados a La Paz en medio de graves violaciones a sus derechos humanos.

BD/JCV



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